Turistas desnudos y montañas sagradas: Bali defiende su dignidad

El aroma a incienso flota en el suave aire tropical de la isla de Bali, donde mujeres ataviadas con pareos de colores brillantes rezan ante pequeños santuarios y depositan cestas de hojas de palmera llenas de flores, arroz y agua bendita como ofrendas.

Un templo en Bali, con techos escalonados a modo de las pagodas.Carola Frentzen
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En la isla de Bali figuras del león Barong, que simboliza el bien, luchan contra Rangda, la malvada reina demonio. Ambas representan una oposición inseparable, pero también un objetivo final: la armonía.

La cultura y la religión son omnipresentes en Bali. La isla de ensueño pareciera tener más templos que casas, lo que la hace aún más especial. Sin embargo, la armonía sufre actualmente algunos problemas.

Bali es una de las más de 17.000 islas que conforman Indonesia, el país insular más grande del mundo. En los últimos años la isla se convirtió en uno de los destinos turísticos más visitados del sudeste asiático.

Recientemente, una serie de incidentes con poco decorosos turistas desnudos o semidesnudos trajo consecuencias para todos los amantes de Bali. El Gobernador de la isla, I Wayan Koster, ya no está dispuesto a tolerar este comportamiento irrespetuoso y ha adoptado una línea dura.

Ahora, al ingresar al país, en el aeropuerto, los turistas reciben una guía con normas de comportamiento. Asimismo es posible que las excursiones de senderismo a los magníficos volcanes Gunung Batur y Gunung Agung sean pronto cosa del pasado.

El nombre de “Isla de los Dioses” no es una simple formulación. La religión balinesa, llamada “Agama Hindu Dharma”, es una forma compleja de hinduismo, mezclada con elementos mitológicos. Es el punto central en la vida de los habitantes de Bali. “Aunque nosotros mismos no siempre entendamos qué significan exactamente ciertas ceremonias u oraciones de los sacerdotes”, revela el taxista Ketut.

Turistas visitan un templo en Bali. El sarong (falda larga para hombres y mujeres) suele ser obligatorio.

Sin embargo, una cosa está clara: los visitantes deben respetar la cultura del país anfitrión, sobre todo cuando se trata de lugares sagrados.

Por eso, ahora hay normas de conducta claras para todos los turistas: no se puede subir a árboles sagrados ni a edificios venerados por la religión. El gobernador también prohibió el uso de ropa indecente e incluso la desnudez.

Casos en que los turistas en Bali fueron irrespetuosos

En marzo fue expulsado un bloguero ruso tras mostrar sus nalgas desnudas en el monte Agung, considerado la cuna de los dioses. Dos meses después, fue detenida una danesa que viajaba con el torso semidesnudo mientras circulaba en una moto en la localidad turística de Seminyak.

En tanto, el mes pasado, una turista rusa se abrazó completamente desnuda a un árbol sagrado, baniano, y colgó fotos de ello en Internet. También fue expulsada de la isla.

Hace semanas, Koster anunció que prohibiría el alquiler de scooters a extranjeros, después de que se sumaran infracciones de las normas de tránsito y aumentaran los accidentes en las calles.

Especialmente en el sur, alrededor del bastión turístico Kuta, el casco suele considerarse un accesorio innecesario. La semana pasada, el gobernador anunció que solo las empresas de alquiler oficiales pueden alquilar estas motos eléctricas.

Un llamado a denunciar a los turistas ofensivos

Al mismo tiempo, Koster hizo un llamamiento a la población local para que denuncie a los turistas que se comporten de forma ofensiva o hagan caso omiso de las normas. Los infractores se enfrentan a duras penas, desde la cárcel a la deportación. “Hay que devolver al sector turístico ‘calidad y dignidad’”, dijo.

Sin embargo, su última medida de cerrar las montañas de la isla a cualquier tipo de turismo fue demasiado lejos incluso para muchos balineses.

Según Koster, los turistas habían bailado desnudos en las cumbres y posado de forma indecente. “Las montañas tienen una esencia sagrada, que las convierte en lugares venerados. Por eso prohibimos las actividades de montañismo”, declaró.

Vista de un templo sobre el monte Batur, una de las montañas sagradas de Bali, la única isla de Indonesia predominantemente hindú.

Esto ha encontrado resistencia no solo entre los guías de montaña, sino también entre los políticos locales. Después de todo, Batur y Agung, en particular, son destinos muy populares.

Prohibiciones perjudicarán también a balineses

Los críticos advierten que una prohibición privará a muchos balineses de su medio de vida y afectaría gravemente a la industria del turismo, que se ha empezado a reactivar nuevamente tras la pandemia de coronavirus.

Por su parte, el portavoz adjunto del Gobierno provincial, Tjok Gde Asmara Putra Sukawati, instó a Koster a reconsiderar el plan y sugirió que se obligara a los turistas a contratar guías de montaña locales. Estos tendrían que informar a sus clientes sobre la importancia de las montañas y el comportamiento adecuado.

El guía Ade Firmasnyah también se opone rotundamente a una prohibición general. “Trabajo como guía de montaña y me encantan las montañas”, declaró a dpa.

El guía está convencido de que si se prohíbe, habrá grandes protestas. “Hay mucha gente que trabaja en el turismo de montaña”, comenta. Sí sugiere aumentar los precios de las excursiones de senderismo a los volcanes, establecer normas claras y tomar medidas enérgicas contra quienes presenten un comportamiento inadecuado.

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