Los expertos del Club Alpino Alemán (DAV) recomiendan no olvidar nunca que los menores no pueden aún evaluar correctamente las situaciones de peligro.
Por eso, solo hay que dejarles avanzar por terrenos seguros y manejables y prestarles atención de cerca en todo momento.
A la hora de escalar, se aconseja que un adulto camine detrás del niño para poder atajarlo en caso de resbalarse y ayudarlo si hay escalones altos para trepar, sujetándolo por detrás o dándole un pequeño impulso.
Si el terreno está resbaladizo en el descenso, el niño debe ser tomado de la mano o sujetado por el adulto, o asegurado con un arnés o una cuerda.
Lo importante es planificar excursiones con recorridos adecuados a la edad del niño, por lo que los expertos del DAV recomiendan prestar atención a estas clasificaciones según los años del menor:
- Para niños en edad preescolar de tres a seis años, la excursión debe ser lúdica y variada. Se deben prever muchas pausas; los pasos más largos y los senderos con riesgo de caídas aún no son adecuados para esta edad. Por otra parte, se aconseja no caminar más de cuatro horas al día.
- Cuando el niño alcanza la edad escolar, gana resistencia y coordinación. Según el DAV, los niños de seis a diez años pueden caminar hasta cinco horas al día con descansos e incluso superar pasajes más empinados con elementos de escalada, con práctica y ayuda.
- De los diez a los catorce años, los menores pueden caminar mucho más. Los niños tienen más fuerza, a menudo buena resistencia y también una mejor “armonía en sus movimientos”. El consejo del Club Alpino es que, aunque los niños de esta edad quieran ponerse a prueba y alcanzar sus límites, no deberían caminar más de seis o siete horas al día