El municipio de Nueva Germania fue fundado en 1887 por Elisabeth Nietzsche, hermana del filósofo alemán Friedrich Nietzsche, acompañada por su marido, un furibundo antisemita y supremacista llamado Bernhard Förster, según indica el periodista Federico Rivas Molinas en su reportaje de la localidad paraguaya para el periódico español El País.
Según el relato, la hermana de Nietzsche y Förster vinieron en barco con un grupo de alemanes convencidos por el compositor Richard Wagner, quien propuso construir una nueva Alemania lejos de Europa motivado por su antisemitismo.
Agrega que las familias alemanas se embarcaron en Hamburgo, cruzaron el Atlántico, subieron por el río Paraná desde Argentina y atracaron en el río Aguaraymi, a casi 300 kilómetros al noroeste de Asunción.
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Sin embargo, el clima húmedo y caluroso, la malaria, parásitos y las serpientes afectaron a las familias urbanas cargadas de hijos pequeños, de los cuales solo unos pocos sobrevivieron.
Descendientes de sobrevivientes relataron su experiencia
Enrique y Lidia Fischer son descendientes de una de las familias que lograron sobrevivir. Relataron al periodíco español como algunos se adaptaron. “No se quedaron porque les gustó, se quedaron porque no pudieron volver”, afirmó Enrique.
“Mi abuela tenía cuatro años cuando llegó desde Alemania en el barco de Förster. Vino con su papá, su mamá y cuatro hermanos. El más pequeño falleció en el viaje y fue tirado al mar. Mi abuela decía que se bajaron en un monte, que tenían que sobrevivir de cualquier forma. Tenían una pequeña huerta y algunos animales”, relató Lidia.
El doctor veterinario, Carlos Benítez, tiene una clínica veterinaria y vive desde hace más de 30 años en Nueva Germania. Es uno de los que reconstruyó la historia de Nueva Germania, según la publicación de El País.
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“Talaron el monte, hicieron madera y siguieron la tradición europea de construcción. Finalmente, todo se les hizo cuesta arriba. Pensaron que iban a venir a juntar plata con la yerba y la madera, pero no tenían la habilidad para hacerlo”, relató el médico veterinario.
El “sueño ario” derrumbado por el guaraní
Hugo Haundeschild, marido de Lidia Fischer, recuerda que solo tuvo dos años de escolarización en alemán y que aprendió guaraní con el personal de la chacra de su padre. “Mi familia no quería, pero siempre nos juntábamos con trabajadores y aprendimos”, contó para el reportaje del medio europeo. Lidia, por su parte, dijo que se rindió al idioma en una escuela para chicos alemanes donde el profesor solo hablaba guaraní.
“Los alemanes les tienen miedo a las mujeres paraguayas, pero aman la cultura de Paraguay, sobre todo la música y la comida. De mi abuelo tengo muy pocos recuerdos; de mi abuela sí, porque murió con 106 años”, dijo Enrique fischer al medio, ayudado por su hija para la traducción del guaraní al español durante la entrevista realizada por Federico Rivas.
En Nueva Germania hay descendientes de los primeros colonos que son católicos y saben poco y nada de la aventura antisemita de Förster. Tampoco conocen que el cuñado de Nietzsche se suicidó diez años después de desembarco, cuando vio que las deudas y las acusaciones de estafa acababan con su sueño ario, según indican en el reportaje de El País.
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Carlos Benítez contó que la comida tradicional alemana se oculta en las casas de unas pocas familias. “Hay que recuperar las tradiciones y sumar lo nuevo. Acá tenemos una reserva natural con caimanes a solo 400 metros de la plaza central. Y mucha historia para contar”, agregó.
El regreso de Nietzsche a Alemania
Elisabeth Nietzsche regresó a Alemania en 1893, tras dejar el cuerpo de su marido, Bernhard Förster, enterrado en San Bernardino, una pequeña colonia alemana cercana a Asunción.
Había fracasado en su intento por traer a su hermano desde Alemania a Paraguay: el filósofo detestaba las proclamas antisemitas que habían inspirado la creación de Nueva Germania, afirman en la publicación del medio español.
Cuando Friedrich Nietzsche murió en 1900, la mujer obtuvo los derechos sobre sus manuscritos y los reescribió hasta hacer de su hermano un personaje al gusto de sus ideas ultranacionalistas. En 1935, Adolf Hitler y otros jerarcas nazis acudieron a su funeral.
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“A miles de kilómetros de Alemania, un pueblo paraguayo de calles rojas lleva una calle con su nombre: en el cartel municipal se lee Elizabeth Nigtz Chen”, agregan.