Ghadames, la “perla del desierto” de Libia, busca visitantes

GHADAMES. Con música folclórica, puestos de cestería y de objetos de cuero, la ciudad de Ghadames, en Libia, revive estos días con una feria de artesanía para intentar atraer a visitantes a este oasis del sur del país.

Un hombre prepara comida en al-Ramla cerca del pueblo libio de Ghadames, un oasis en el desierto a 650 kilómetros de la capital de Libia Trípoli.190154+0000 MAHMUD TURKIA
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Dos mujeres con trajes tradicionales elaboran canastas con tallos de palmera datilera. Sus hábiles manos repiten gestos ancestrales. Bajo un brillante sol, la ciudad fortificada rinde homenaje a las tradiciones tuareg en una gran feria a la que las familias libias acuden desde la costa, sobre todo desde la capital, Trípoli, 600 km más al norte.

“Es un honor poder recibir visitantes, no solo libios sino también de países vecinos como Túnez”, declaró complacido a la AFP el alcalde de Ghadames, Kassem al Mannaa.

Un hombre prepara comida en al-Ramla cerca del pueblo libio de Ghadames, un oasis en el desierto a 650 kilometros de la capital de Libia Trípoli.

“Queríamos hacer una cita anual para que nuestro patrimonio no desaparezca”, agregó el edil, de 74 años, deseando que la iniciativa se “extienda” a “otras ciudades” y que se reabra el puesto fronterizo de Debdeb con Argelia para que vengan más turistas extranjeros.

Apodada la “Perla del desierto” y construida en torno a un oasis y un manantial, Ghadames es una de las ciudades más antiguas de la región presahariana. En julio de 2016, el comité del patrimonio mundial de la Unesco afirmó que los cinco principales sitios protegidos de Libia están “en peligro”, a causa de “los daños ya sufridos y los daños que se temen a causa del conflicto” armado que derivó de la revuelta de 2011.

Entre estos lugares se encuentra la ciudad vieja de Ghadames, que abarca casi 38,5 hectáreas. Desde julio de 2021, Libia intenta que Ghadames sea retirada de esa lista, alegando que está fuera de los combates y que los únicos daños detectados recientemente -algunas casas de adobe que se derrumbaron- estuvieron provocados por las fuertes lluvias.

Libia quedó sumida en el caos tras el levantamiento que comportó la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011, y el país está ahora gobernado por dos Ejecutivos rivales, y un conjunto de milicias armadas y mercenarios extranjeros campan a sus anchas.

Pese a las divisiones persistentes entre los bandos del este y del oeste, las autoridades de Trípoli aseguran que lograron incrementar la seguridad desde la puesta en marcha de un gobierno de unión nacional reconocido por la ONU, en marzo de 2021.

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