Las “apps” de citas LGBT, un mundo donde la discriminación es más hiriente

SAN FRANCISCO. Las aplicaciones de citas para el colectivo LGBT no se libran de la discriminación por raza, aspecto físico o condiciones, como ser o no portador del VIH, un tipo de toxicidad en línea que resulta incluso más hiriente al producirse dentro de la propia comunidad.

ALESSANDRO DI MARCO
audima

Un estudio llevado a cabo entre más de 5.000 usuarios de estas populares aplicaciones en EE.UU. ha encontrado que una de las principales quejas es la crueldad que otros internautas pueden llegar a mostrar y alerta de que sus efectos sobre la autoestima pueden derivar en un aumento de la transmisión de VIH.

"Como cualquier minoría, los LGBT reciben mucha discriminación externa, pero cuando proviene de miembros de la propia comunidad, tiene un efecto todavía mayor y más perverso", explica en una entrevista con Efe Jen Hecht, una de las autoras del estudio e impulsora de NiceAF, un proyecto dedicado a reducir la toxicidad en las aplicaciones.

Muchos usuarios buscan en estas aplicaciones un refugio ante la discriminación que sufren en el mundo real por su condición sexual, pero una vez en ellas se encuentran continuamente con comentarios como "estás demasiado gordo", "demasiado viejo", "no quiero nada con negros" o "solo busco a 'limpios' (en referencia a gente no seropositiva)".

Este tipo de experiencias, según contaron a Efe los investigadores, hunden la autoestima de muchos usuarios, algo que está comprobado que incrementa el riesgo de contraer VIH.

Las personas con la autoestima baja se vuelven menos tajantes a la hora de proteger su salud cuando mantienen relaciones sexuales, estando más dispuestas a, por ejemplo, no usar condón o no preguntar si la otra persona está infectada.

"Es sorprendente cómo de habituales son los casos de discriminación en relación al VIH. El VIH es muy común entre los hombres gais, y en muchos casos les resulta un tema espinoso del que les cuesta hablar en público", contó Dan Wohlfeiler, otro de los autores del estudio e impulsor de NiceAF.

La investigación se llevó a cabo con la colaboración de nueve de las propias aplicaciones más populares: Grindr, Adam4Adam, Daddyhunt, dudesnude, GROWLr, Jack'd, Manhunt, POZ Personals y SCRUFF.

Pese a estar orientadas específicamente al colectivo LGBT, la discriminación en estas aplicaciones se da también por cuestiones de identidad u orientación sexual, y no resulta extraño encontrarse con perfiles transfóbicos o recibir comentarios homófobos en las conversaciones.

La necesidad de más filtros

"La discriminación ocurre en todo momento: desde el contenido del perfil, a las opciones y filtros ofrecidos por las aplicaciones y, por supuesto, a las conversaciones entre usuarios que ya han conectado", explicó Hecht.

Para tratar de rebajar la toxicidad en estos entornos, NiceAF ha elaborado una serie de recomendaciones a partir de los resultados del estudio que ha compartido con los responsables de las aplicaciones para su consideración.

La primera de ellas es dar a cada usuario más libertad y opciones para conseguir un mayor control de su experiencia en la plataforma, como poder mostrar su fotografía de perfil, estado de VIH e identidad de género únicamente a aquellos internautas en los que ya confíen, y no a todo el mundo.

También sugieren expandir los filtros para evitar encuentros no deseados, con variables como la edad, la posición sexual que les gusta ocupar y lo que cada persona busca (sexo ocasional, amistad, una relación, etc.).

Otra de las medidas que pueden contribuir a rebajar la toxicidad es que las "apps" ofrezcan frases por defecto para rechazar a candidatos como "Gracias por tu interés, pero no conectamos", y que permitan esconder o enmudecer a aquellos candidatos que no les interesen en lugar de bloquearlos.

“En el fondo, se trata de influir, mediante la configuración y las opciones por defecto de la ‘app’, para que las interacciones entre usuarios sean lo más civilizadas y agradables posibles. No podemos cambiar lo que las personas dicen, pero sí podemos intentar facilitar un ambiente menos tóxico”, concluyó Wohlfeiler.

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