LUQUE (Gladys Villalba Jara, corresponsal). A partir de esta semana miles de compatriotas arribaron al Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi (AISP) para el reencuentro familiar por las fiestas de fin de año, que en algunos casos ocurrió luego de cinco años. Es decir, la etapa más dura de la pandemia del covid-19 la vivieron lejos de sus seres queridos.
Carol Velázquez (25) volvió de España después de cinco años. La joven se desempeña como empleada doméstica en la Madre Patria y recién este año tuvo la oportunidad de retornar para reencontrarse con su familia y amigos.
Fue recibida por sus hermanos, cuñada y sobrinos que portaban carteles de bienvenida y globos. Es oriunda de la ciudad de Tobatí (Dpto. de Cordillera), donde celebrará la Nochebuena y Navidad, así como el recibimiento del Año Nuevo. Luego volverá a España, comentó.
“Vivir la pandemia lejos de mi familia fue muy duro, me pasaba pensando cómo estaban ellos, no me preocupaba por mí, sino por ellos y no podía hacer nada. La comunicación con ellos fue muy dura, yo en todo momento les decía que todo estaba bien a pesar del caos que vivíamos en España y les decía que donde yo estaba no había nada, solo decía que estaba bien”, relató Carol entre lágrimas.
Otra compatriota, Emilia Ríos, también volvió de España a su querida tierra paraguaya luego de cinco años. Su hermano Celso la esperaba en el aeropuerto con una bandeja de la tradicional sopa paraguaya preparada por él mismo, según comentó.
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“Volví con mi marido, Ignacio, y ya nos estaba esperando mi hermano con la sopa, y ahora falta la cerveza. Nos vamos a Ñemby (Dpto. Central) y luego al interior, a la casa que era de nuestros padres, que hoy ya no están. Vivir la pandemia lejos de ellos fue lo peor, era una gran preocupación. Recién ahora pudimos volver, antes fue imposible, tuvimos que esperar que pase todo y ahora vengo por 15 días, luego debo volver al trabajo”, manifestó Emilia.
Celso Ríos, hermano de la compatriota, dijo que la emoción de volver a abrazar a su hermana luego de tanto tiempo es indescriptible. Cocinó la sopa “para recibirlos como se merecen”, expresó.
Por su parte, Ignacio destacó la calidez del paraguayo y afirmó que está enamorado “de la tierra paraguaya”. “De Paraguay me gusta la forma de ser de su gente, su sencillez, y que te brinda todo lo que tiene, aunque sea poco, amo esta tierra”, resaltó el español.