El crimen se produjo en la madrugada del lunes 13 de enero pasado y la víctima fue identificada como Gerardo Ramón Fernández Cuba, de 20 años, cuyo cuerpo fue encontrado en una cuneta a un costado del camino que une las compañías Planta Urbana y Carlos Pfannl, en el distrito de Independencia, departamento de Guairá.
El joven trabajaba como encargado de un prostíbulo situado en la Ruta PY10, en la entrada al pueblo de Melgarejo, que es en realidad el centro urbano de Independencia.
Según se descubrió aquella mañana, cuando fue encontrado el cadáver, Gerardo murió de un balazo que le atravesó la cabeza y además su cuerpo fue quemado parcialmente.
Captura y confesión
Policías del departamento de Investigaciones de Guairá fueron asignados para resolver el crimen. Fue así que el jueves último, 72 horas después de la muerte, capturaron al supuesto autor confeso del homicidio, Junior Rodrigo Ramírez Jara, de 21 años.
Este fue arrestado en su lugar de trabajo, es decir, la empresa minera Brillo Amarillo, en la compañía San Antonio del distrito de Paso Yobái.
El sospechoso supuestamente confesó el hecho ante el jefe de Investigaciones de Guairá, comisario principal Ricardo César Alonso Meza, y ante la fiscala de Villarrica, abogada Noelia Andrea Soto Godoy.
El detenido Junior Rodrigo habría dicho que el domingo de noche contactó con el ahora fallecido Gerardo Ramón para que este último le consiguiera una chica para salir a farrear.
Ambos solían hablar de vez en cuando, cuando Junior requería de los servicios del caficho.
De hecho, tras llegar a un acuerdo económico, Junior salió de Paso Yobái en una camioneta Nissan Frontier roja, doble cabina, perteneciente a la empresa de minería, y recogió del prostíbulo de Melgarejo a una de las trabajadoras, aunque el caficho Gerardo también los acompañó “por seguridad”, según los datos obtenidos.
El cliente, la prostituta y el caficho supuestamente compraron cerveza, dieron vueltas por Villarrica y finalmente entraron todos juntos a un motel.
Tras la acción, Junior llevó de nuevo a la mujer al prostíbulo de Melgarejo, donde de hecho la dejó, pero como quería seguir de farra le propuso al caficho Gerardo dar un par de vueltas más por la zona.
El dinero estaba en poder de la víctima fatal
Fue así que supuestamente Junior y Gerardo siguieron la “gira” hasta que tuvieron una discusión porque el primero le acusó al otro de haberle robado una plata de la empresa minera que estaba guardada en la guantera de la camioneta Nissan Frontier.
Supuestamente, el dinero que estaba dentro del vehículo era de G. 4 millones. Junior debía depositar esa plata en un banco el lunes de mañana.
Desesperado por la desaparición del dinero de su empresa, Junior sacó una pistola calibre 9 milímetros y le disparó a Gerardo. El ataque se produjo en pleno desplazamiento, mientras el primero conducía la camioneta, según habría reconocido el propio sospechoso.
Tras matar a su víctima, Junior lo bajó del vehículo, recuperó su dinero que efectivamente estaba en el bolsillo de Gerardo y arrojó el cuerpo a la cuneta. Como para no dejar rastros, quiso quemar el cadáver, pero el fuego no se propagó.
Tras deshacerse del cuerpo, Junior volvió a Paso Yobái y el lunes de mañana actuó como si nada hubiese ocurrido.
Sin embargo, no contaba con que los policías iban a llegar a él gracias al seguimiento que hicieron con las cámaras de seguridad, que grabaron la camioneta Nissan Frontier roja.