Los marinos bajo sospechas son personales del Destacamento Naval y de Prefectura “Suboficial Carreras”, que funciona en el lugar conocido como Puerto Tigre, a orillas del río Paraná, en la colonia Guadalupe, distrito de La Paloma, departamento de Canindeyú, en las coordenadas 24° 16′ 38″ S, 54° 17′ 56″ W.
El martes de noche, los efectivos de ese destacamento informaron haber incautado 286 kilos de marihuana prensada y presentaron como capturados a tres policías que supuestamente estaban uniformados y transportando la droga en una lancha.
Los policías detenidos resultaron ser el suboficial principal Valvino Melgarejo Galeano, de 42 años, y el suboficial mayor Julio César Brítez Recalde, de 38 años, personales de la subcomisaría 5ª de la colonia Guadalupe, y el suboficial mayor Édgar Ramón Gavilán Coronel, de 41 años, de la oficina de Investigaciones de la colonia Guadalupe.
Estos tres dijeron que incautaron la droga luego de un trabajo de inteligencia.
Sin embargo, basado en el informe de los marinos, el fiscal Carlos Cabrera imputó a los tres policías por tenencia y comercialización de sustancias estupefacientes.
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No eran tres, sino cinco
Las primeras contradicciones en este caso surgieron cuando se viralizó un video del procedimiento, en el que se ve claramente a cuatro hombres vestidos de policía a bordo de la lancha incautada y apenas también se le distingue a un quinto hombre que estaba pilotando la embarcación.
Cabe recordar que los militares presentaron como detenidos solo a tres de los tripulantes de la lancha.
Al respecto, el mismo comandante de la Armada Paraguaya, vicealmirante Lucio Benítez Escalante, explicó que supuestamente los otros escaparon mientras llegaban los refuerzos a la zona.
Solo que los dos que escaparon entonces tuvieron tiempo de llevarse la lancha y hasta una camioneta que en teoría estaban ya bajo custodia de los militares.
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Graves acusaciones
Esos dos hombres que supuestamente se escaparon de la custodia de los militares se presentaron en la comisaría 1ª de Saltos del Guairá al día siguiente, es decir, el miércoles último.
Estos resultaron ser el suboficial mayor de la Policía Nacional Carlos Cabrera Haedo, de 43 años, personal de la comisaría 7ª de la ciudad de Katueté, y el civil Gilberto Pereira Moreira, de 54 años, alias Yaka.
Con ellos, la cantidad de detenidos subió a cinco. El fiscal los imputó por los mismos hechos que a los otros tres.
En su descargo, el policía Cabrera y el civil Pereira dijeron que fueron los propios militares de la Armada los que los dejaron salir de la zona del procedimiento.
Supuestamente, hasta ese momento el procedimiento de incautación se desarrollaba con normalidad, es decir, que iba a ser presentado como un trabajo en conjunto entre la Policía y la Armada.
En su declaración, los dos últimos detenidos por el caso dijeron que la marihuana estaba almacenada en un puerto clandestino a solo 100 metros del destacamento de los militares y dieron a entender que estos en realidad estaban custodiando la mercadería.
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Con esta nueva versión, el fiscal Carlos Cabrera ahora indaga la posible participación de los militares en operaciones de narcotráfico, ya que efectivamente resulta muy llamativo que semejante cantidad de marihuana haya estado depositada cerca del destacamento de la Armada.
Sin embargo, el fiscal también aclaró que esta nueva hipótesis es totalmente en paralelo al proceso penal abierto contra los presuntos polinarcos.