La iglesia de San Blas en Pilar fue atacada la tarde de ayer, siendo vandalizado el altar principal y robados la hostia y un ventilador, además de otros daños. El párroco Ismael Obregón vinculó el hecho con un ritual por el día de Halloween.
Obregón comentó este viernes que se enteró a través del diácono del templo, quien le refirió que el hecho ocurrió entre las 16:30 y 17:00 de ayer.
“Al ver parecía yo ese globo que pinchás y se desinfla: me quedé pasmado. Nunca en mi vida vi esto y son 12 años que tengo mi ordenación, y ya estuve en Cerrito, Yabebyry, Ñeembucú. Me quedé pasmado, no creí”, lamentó.
Defecaron en altar de iglesia
El párroco reveló que al ingresar al templo observó que el santísimo fue retirado de su lugar y rompieron su caja y, así también, esparcieron las hostias consagradas.
Acotó que, no contentos con ello, los “profanadores” defecaron en zona donde el sacerdote oficia la misa y se limpiaron con el mantel del altar.
“Llevaron solamente un ventilador de pie, pero ese daño de quitar el santísimo, de echar y esparcir las hostias consagradas, además de hacer sus necesidades en el altar, es algo sacrilégico y vandálico que han hecho por la parroquia”, expresó.
Policía identificó a dos “profanadores”
El jefe de Investigaciones de Ñeembucú, comisario Hernán Zárate, informó esta mañana que ya fueron individualizadas dos personas como presuntos autores del hecho.
Comentó que la Policía logró identificarlos a través de cámaras de circuito cerrado que están instaladas en viviendas de vecinos. Agregó que están avanzando en las diligencias para detener a ambos.
Según los describió, se trata de dos jóvenes, de 20 años en adelante, que son adictos de la zona.
El párroco Obregón anunció que, mediante la solidaridad ciudadana, se instalará una cámara de circuito cerrado en la iglesia.