Los detenidos por su presunta participación en el violento asalto a un comercio de Itauguá el martes de la semana pasada fueron identificados como Elio José Cabrera Pérez, de 23 años, Gustavo Alberto Villalba Oviedo (23) y Lucas Fabián Barrios (21), este último con un antecedente por robo agravado.
Todos ellos son vecinos en la mencionada localidad y en los últimos días estaban compartiendo un mismo aguantadero, donde fueron ubicados y capturados gracias a la indiscreción de uno de los allegados.
Agentes del departamento Investigaciones de Central señalaron que los tres jóvenes irrumpieron en la tarde del martes 22 de octubre último en el interior del establecimiento comercial denominado Trium, que está ubicado en ruta PY02 Mariscal Estigarribia esquina General Caballero de la ciudad de Itauguá.
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Uno de ellos, aparentemente Lucas, portaba una pistola, presumiblemente calibre 9 mm, con la cual redujo a las empleadas y a los clientes que a esa hora estaban en el sitio.
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Luego se apoderaron de al menos tres aparatos celulares de alta gama y cuando iban a comenzar a revisar a las víctimas, se le escaparon dos tiros seguidos a Lucas; uno de los disparos impactó en el piso y de refilón hirió en el rostro a uno de los clientes que estaba tirado en el piso.
Sin embargo, el segundo balazo impactó en el muslo lado izquierdo del propio maleante, lo que los obligó a escapar del lugar.
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Aparentemente, los tres habían llegado hasta el sitio a bordo de un automóvil y en el mismo vehículo escaparon del lugar. Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del negocio se viralizaron rápidamente y esto ayudó para que los informantes logren identificar a los sospechosos.
Tras unos días de seguimiento, los agentes de Investigaciones ubicaron al menos seis casas donde podían estar escondidos los tres maleantes. Todos los puntos fueron intervenidos al amanecer de hoy, pero en ninguna de ellos se encontraron rastros de los buscados.
Sospechosos fueron detenidos en casa allanada por segunda vez
Pero gracias a su buen tino, uno de los oficiales se fijó en el nerviosismo demostrado por uno de los padres de los sospechosos, por lo que comenzó a seguirlo con mucho sigilo una vez que terminaron los allanamientos.
Tal como lo había sospechado el uniformado, una vez que la comitiva se retiró de La Lomita, este padre tomó su vehículo y con algunas provistas en un bolso se dirigió hasta una propiedad ubicada a unos cinco kilómetros. En la misma, estaban escondidos los tres jóvenes y como se había sospechado, Lucas efectivamente tenía el rastro del balazo en el muslo lado izquierdo, que se infringió por su falta de pericia en el uso del arma.
Este lugar nuevamente fue allanado y allí fueron capturados los objetivos con todas las evidencias del caso, según firmaron fuentes del departamento Investigaciones del área Central.