En comunicación con ABC Cardinal este jueves, el comisario Ramón Cañete, jefe de Control de Automotores de la Policía Nacional, comentó sobre los hurtos de vehículos por parte de delincuentes que utilizan dispositivos denominados inhibidores de señales de bloqueo de puertas e hizo recomendaciones a la ciudadanía para evitar ser víctimas de ese tipo de delito.
Un método utilizado por ladrones de vehículos o tortoleros, que ha sido denunciado con mayor frecuencia en los últimos tiempos en estacionamientos de centros comerciales, es la utilización de dispositivos de inhibición de señales que impiden que las puertas de los vehículos se bloqueen o se active la alarma cuando el conductor aprieta el botón de cierre en su llave.
Lea más: Con inhibidor de señal, hurtan pertenencias de vehículo de un abogado
El comisario Cañete señaló que los inhibidores suelen tener un rango de alcance de unos 50 metros a la redonda, por lo que es fácil para los ladrones bloquear la señal de la llave del vehículo a escondidas, posiblemente desde el interior de otro vehículo en el estacionamiento.
Para evitar convertirse en víctimas de esos hurtos, el jefe policial recomendó que los ciudadanos se aseguren de revisar de forma manual si las puertas de su vehículo se bloquearon antes de dejar el vehículo.
Enfatizó que el inhibidor no tiene la capacidad de abrir puertas de luego de que estas se bloquean.
Casi 500 denuncias de robos de vehículos en el año
El comisario compartió también estadísticas sobre el robo de vehículos en Paraguay y comentó que, en lo que va del año, la Policía recibió 488 denuncias de vehículos robados, de los cuales 380 fueron recuperados “en distintas formas”, enteros o parcialmente desarmados.
La mayoría de los hurtos registrados por la Policía son denunciados en el área metropolitana de Asunción y el resto del departamento Central.
Lea más: Policía explica por qué los vehículos “chilere” son más deseados por robacoches
Los vehículos más frecuentemente robados son de la marca Toyota, importados desde Chile, la mayoría de los cuales no tienen alarmas y no suelen llamar la atención por la alta cantidad de vehículos similares que circulan.
Los vehículos robados generalmente son desarmados para vender sus partes o utilizados en otros hechos delictivos.