Una mujer llegó hasta la Fiscalía de la ciudad de San Antonio para manifestar que su hija, adicta a las drogas, de 17 años, no regresaba a su casa desde hace más de un mes, y se sospecha que sería la que fue encontrada muerta en un yuyal, el 22 de marzo pasado.
La mujer indicó que no denunció la desaparición de su hija porque era habitual que desaparezca por varios días, pero ante el hallazgo de un cadáver en la zona, se acercó para manifestar que podría tratarse de ella.
Sin embargo, no pudo reconocer la ropa que fue encontrada en el lugar del macabro hallazgo, por lo que se mantiene en duda la identidad de la víctima fatal.
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Su hija, que es menor de 17 años, estaba en una relación con otro adicto, un tal Homero, quien también es adicto a las drogas, y tiene una hija de meses, informó la mujer.
Se realizará la muestra de ADN de ambas para la comparación y lograr identificar a la víctima, cuya identidad no se pudo precisar por el estado de descomposición en que se encontraba el cuerpo.
Varios golpes en la cabeza
Debido al estado de putrefacción en que se encontraba, fue trasladada a la morgue judicial y tras la autopsia se detectó que tenía varios golpes en la cabeza, que habría sido ocasionado con objetos contundentes (piedra), y que habría causado la muerte.
También se extrajeron muestras para el ADN y llegar a la identidad de la mujer, que según datos preliminares sería de unos 30 a 32 años. Los resultados estarían recién la próxima semana, según indicaron los investigadores. De confirmarse la edad se descarta que se trate de la joven adicta.
El macabro hallazgo se produjo en un predio baldío del barrio La Merced de San Antonio, y según el médico forense, Héctor Meza, la víctima llevaba muerta más de un mes o inclusive tres.
Tenía las manos atadas hacia atrás y la cabeza cubierta con una prenda de vestir. La investigación está a cargo de la fiscala Gladys Teresita Paredes, de la localidad de San Antonio.