Se trata del suboficial mayor Diego Osvaldo Cáceres Benítez, de 41 años, oriundo de Pedro Juan Caballero, pero domiciliado en Ciudad del Este.
El citado agente figura actualmente en el departamento de Investigaciones de Itapúa, pero estaba libre de servicio.
Cáceres tiene tres antecedentes penales, uno por privación ilegítima de libertad, otro por homicidio culposo y el tercero por coacción grave.
El suboficial Cáceres fue interceptado y capturado sobre la Ruta PY02 a la altura de la Calle 9 de la ciudad de Juan Manuel Frutos, también conocida como Pastoreo, aunque fue luego de que atropellara una barrera instalada frente al puesto de control de la colonia Torín, correspondiente al distrito Juan Eulogio Estigarribia, también conocido como Campo 9, todo en el departamento de Caaguazú.
Sorprendido con la camioneta
El efectivo policial estaba al mando de una camioneta Toyota Hilux negra, año 2023, que tenía una chapa paraguaya AAKH 543, correspondiente en realidad a un automóvil Toyota Allion plateado, año 2006.
La camioneta fue robada el domingo último, 18 de febrero, en un asalto dentro de una posada turística del barrio Canasvieiras, en el municipio de Florianópolis, que es la capital del estado de Santa Catarina, Brasil.
El vehículo pertenece a un argentino que denunció que los delincuentes también le robaron 6.000 dólares americanos y 700.000 pesos argentino, así como los documentos de él y de sus familiares que estaban de vacaciones en las playas de esa región.
Supuestamente, la camioneta blindada que traía el policía ahora detenido iba a ser entregada a un capo narco, para su desplazamiento en la zona fronteriza de Paraguay con Brasil.
Ya estuvo en la cárcel
El suboficial mayor Diego Osvaldo Cáceres Benítez goza actualmente de sobreseimiento provisional en una causa por privación de privación de libertad, lesión corporal en el ejercicio de las funciones públicas, frustración de la persecución y ejecución penal y coacción grave.
De hecho, el citado policía estuvo en la cárcel varias veces en la Agrupación Especializada de Asunción.
La última vez fue entre el 31 de octubre y el 3 de diciembre de 2020, con sus colegas Marcos Javier Méndez Villalba y Carlos Miguel Acuña Escobar, quienes trabajaban juntos en el departamento de Investigaciones de Alto Paraná.
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Los tres fueron arrestados por el secuestro e intento de homicidio del comerciante Ronny Allex Benítez Ferreira, quien fue supuestamente “levantado” y luego extorsionado por los citados agentes el 19 de octubre de 2020 en Ciudad del Este.
Supuestamente, los policías le pidieron plata a Ronny para no involucrarlo en diversos delitos, pero como la víctima se opuso, lo llevaron hacia la zona del río Monday, donde amenazaron con ejecutarlo.
Al pillar que iba a ser asesinado, la víctima se tiró al río y nadó por dos horas hasta que salió al otro lado y denunció el caso.
Coincidentemente, al día siguiente apareció quemado el auto de la víctima.
Esa investigación fue iniciada por la fiscala Estela Mary Ramírez, quien fue recusada e incluso denunciada ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) por el ahora detenido Diego Osvaldo Cáceres Benítez, quien alegó persecución de inocentes.
Posteriormente, la causa pasó a manos del fiscal Sergio Irán Villalba, pero como este falleció la investigación quedó prácticamente en la nada.