La primera audiencia para la supuesta “viuda negra” fue fijada para el pasado 17 de enero, pero la inculpada solicitó la suspensión de la diligencia porque ese día asumió como su defensor el abogado Javier Escurra, quien solicitó la copia del expediente. Elisa Noemí Pino Rojas está procesada por homicidio doloso, en calidad de autora, que tiene una expectativa de pena de 5 a 30 años de prisión por ser familiar de la víctima.
El homicidio ocurrió en un camino vecinal de la compañía San Rafael de San Juan Nepomuceno, cuando la pareja que regresaba de la compañía San Blas (Km 16) y se dirigía al microcentro donde tienen su vivienda. En un momento la mujer se sintió mal y pidió a su esposo detener la camioneta para bajar del rodado porque tenía ganas de vomitar.
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El instante en que detuvo la marcha fue aprovechado por dos malvivientes para ultimar a Hugo Nelson Aguayo Núñez, quien estaba sentado en el asiento del conductor de la camioneta Nissan Navara, doble cabina, blanca, que alquiló para movilizarse dentro de nuestro país, ya que ambos trabajaban en España.
Elisa Noemí Pino Rojas, única testigo del homicidio, contó que al bajarse para vomitar aparecieron dos hombres, uno portando un arma larga, quien disparó sin mediar palabra contra su marido y el proyectil impactó en la zona del tórax. El otro se apoderó del dinero que tenían guardado en la camioneta, G. 10.000.000 y 2.500 euros, y desaparecieron del lugar, de acuerdo a su relato.
Los investigadores de la Policía Nacional verificaron el lugar y encontraron evidencias de que los hombres estaban esperando en un bosquecito la llegada de la víctima. Estaban consumiendo cerveza y las latas vacías fueron recogidas como evidencia por los uniformados.
De la casa de la pareja, ubicada en el barrio San Luis de esta ciudad, también fueron levantadas evidencias como teléfonos celulares, memorias de computadoras y otros elementos.
Hace una semana la jueza penal de garantías Blanca Tillería dijo que acepta el pedido de suspensión, que presentó el abogado de la imputada, por única vez, en observancia de la garantía constitucional de la inviolabilidad de la defensa en juicio.