Liberan a policías que Riera dijo que iban a ser castigados ejemplarmente

Los cinco policías de Investigaciones de Asunción y otro de Antinarcóticos de Lambaré, quienes provocaron el primer gran escándalo de corrupción en este Gobierno al ser capturados por el secuestro y robo a un presunto traficante en Luque, recuperaron su libertad y ya pueden salir de nuevo a las calles con armas del Estado.

Oficial inspector Luis Miguel Colmán Pérez (36), suboficial principal Carlos Antonio Aquino Morel (48), suboficial inspector Pedro Antonio Blanco González (35), suboficial segundo Richard René Rojas Vera (27), suboficial segundo Ramón David García Blanco (28) y oficial ayudante Saturnino Rojas Salinas (29).
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Los policías favorecidos con la libertad ambulatoria son el oficial inspector Luis Miguel Colmán Pérez (36), suboficial principal Carlos Antonio Aquino Morel (48), suboficial inspector Pedro Antonio Blanco González (35), suboficial segundo Richard René Rojas Vera (27) y suboficial segundo Ramón David García Blanco (28), quienes prestaban servicios en el departamento de Investigaciones de Asunción.

También figura el oficial ayudante Saturnino Rojas Salinas (29), quien era personal de la oficina central del departamento de Antinarcóticos de Lambaré.

Los cinco primeros habían quedado presos desde el domingo 20 de agosto pasado, cuando fueron identificados como los autores del secuestro que sufrió un día antes en el centro de Luque el presunto traficante Édgar Ayala (27).

Según se ve en un video, Édgar Ayala cayó en una especie de trampa, ya que se debía reunir con otra persona supuestamente para cerrar un “negocio”, pero en cambio aparecieron los cinco policías que estaban ya fuera de servicio y se lo llevaron a la fuerza, dejando incluso abandonado en el lugar el vehículo de la víctima.

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En el video se ve también que los agentes, quienes actuaron de civil, sacaron de la camioneta de Édgar Ayala un bolso que pesaba unos 50 kilos. La sospecha es que se trataba de cocaína, que aprentemente fue llevada a Ciudad del Este.

Édgar Ayala fue liberado esa noche en el barrio Bella Vista de Luque, tras lo cual denunció que los efectivos le robaron G. 30 millones, una pulsera de oro y su celular.

El supuesto traficante Édgar Ayala (sentado, con remera), quien ahora cambió de versión.

La imputación

Ante estos elementos, el fiscal de Antisecuestro, Federico Tadeo Delfino Ginés, imputó a los cinco policías por robo agravado, privación ilegítima de libertad y asociación criminal.

El 17 de octubre pasado, mientras avanzaba la investigación contra los cinco policías citados, cayó el sexto presunto implicado, oficial ayudante Saturnino Rojas Salinas, quien fue apresado por sus propios compañeros del departamento Antinarcóticos y luego también remitido a la Agrupación Especializada. Según los datos, este último agente habría estado presente en el lugar donde liberaron al supuesto traficante y pudo haber rescatado a sus camaradas que ejecutaron el apriete.

El arreglo

Todo hacía suponer que los seis policías procesados sufrirían un castigo ejemplar, tal como lo anunció reiteradamente el ministro del Interior, Enrique Riera Escudero, quien en varias intervenciones públicas advirtió que no tolerarían este tipo de conductas durante su administración.

Sin embargo, el 7 de diciembre pasado, el juez de Luque, Nelson Ramón Romero Rodríguez, ordenó la libertad de los seis uniformados, quienes presentaron un acuerdo con la víctima, el supuesto traficante Édgar Ayala.

Este último, aparentemente beneficiado con una compensación económica, cambió de versión y por poco no se declaró amigo de los efectivos a los que antes había denunciado.

Pese a la declaración de la víctima, que es favorable a los supuestos victimarios, el Ministerio Público y la Policía tienen aparentemente perfectamente identificado el circuito que siguieron antes, durante y después del hecho los agentes procesados.

La camioneta de Édgar Ayala fue abandonada por los policías en el mismo lugar del apriete.

La propia cúpula policial fue tan pasiva con los seis procesados que nunca los obligaron a que entregaran los vehículos que usaron para el apriete.

Algunos de esos rodados utilizados en Luque serían “mau”.

Otro proceso

Los suboficiales Pedro Antonio Blanco y Richard René Rojas Vera, dos de los seis liberados por el caso de Luque, en una maniobra casi sincronizada, consiguieron que la jueza de Ciudad del Este, Dólica Castorina Giménez de Liuzzi, les concediera también la libertad ambulatoria el 13 de diciembre pasado en otro proceso que se les seguía por extorsión agravada, privación ilegítima de libertad, asociación criminal y producción de documentos no auténticos.

Este es un caso que se inició el 16 de mayo pasado en Ciudad del Este, cuando Blanco y Rojas integraban un equipo del departamento de Investigaciones de dicha ciudad y supuestamente capturaron y extorsionaron a un supuesto traficante, Alex Junior Mereles Ortigoza (27), quien de hecho fue enviado a la cárcel.

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