Los fiscales Gerardo Mosqueira y Julio Ortiz formularon acusación contra Óscar Ariel Cabellero Shalmann, por el hecho de homicidio doloso, hurto especialmente grave y robo con resultado de muerte, en calidad de autor. El incoado era hombre de confianza del exfiscal y exviceministro de Seguridad Interna y de la Senad, Javier Ibarra, quien resultó ser su víctima.
El procesado Óscar Caballero fue detenido en su vivienda el pasado 5 de enero, en su domicilio ubicado en la zona de Zeballos Cue, de la ciudad de Asunción. Desde este momento la Fiscalía elaboró la hipótesis de que el móvil del crimen fue por una deuda en dinero.
Lea más: Caso Javier Ibarra: motivo del homicidio sería una deuda de G. 4.000.000
Es así que, a través de declaraciones de familiares de Caballero, se pudieron obtener datos sobre que Javier Ibarra le debía dos meses de salario, equivalentes a unos G. 4.000.000. A partir de ahí, surge que Caballero habría ido a la casa de su patrón para requerirle el dinero impago.
Posteriormente, Caballero huyó llevándose consigo el arma utilizada, que además era propiedad de Ibarra. Ese artículo bélico había entregado a Leonardo Ruíz Ortiz para que la guarde. Sin embargo, este último, hizo entrega del mismo poco después de un mes después.
Lea más: Fiscalía confirma que Óscar Caballero es autor material del homicidio de Javier Ibarra
Pidieron sobreseimiento a empleada de Ibarra
En mayo pasado, los agentes del Ministerio Público había presentado su requerimiento conclusivo al juez penal de garantías de San Lorenzo Gustavo Ramón Bóveda Romero, en relación a la empleada de Ibarra Aida María Villalba, con el petitorio de la abreviación del plazo y el sobreseimiento definitivo para la misma.
La joven incluso estuvo privada de libertad, posteriormente se le otorgó el arresto domiciliario y por último, la libertad ambulatoria. En mayo pasado, los fiscales habían solicitado su sobreseimiento definitivo en base al informe definitivo del Departamento de Criminalística de la Policía.
El informe elevado y la declaración de la Dra. bioquímica Milva Auxiliadora Gill Villagra, de Criminalística de la Policía, encargada de las pruebas laboratoriales de las muestras tomadas de las manos de Javier Ibarra, el casero Máximo Torres y Aida María Villalba. La prueba arrojó valores superiores de antimonio en Aida Villalba.
Lea más: Caso Javier Ibarra: fiscales piden sobreseimiento de empleada de exfiscal
Ese resultado se pudo deber a una contaminación, según explicó Gill Villagra “la misma pudo haber tocado el picaporte de la puerta que tocó la persona que realizó el disparo, dándose así la transferencia del metal, que al ser un elemento pesado queda impregnado en objetos”.
Villalba fue detenida poco después del crimen e imputada por hurto especialmete grave, pues era la principal sospechosa de haber hurtado el arma de fuego utilizada para el crimen, pues en un análisis primario dio positivo en altos niveles en la prueba de nitritos y nitratos.
Lea más: Empleada del asesinado exfiscal Javier Ibarra recupera su libertad
Testigo brindó detalles sobre homicidio de Ibarra
De acuerdo con datos recabados a través de la declaración testimonial brindada por Leonardo Ruiz Ortiz, este trasladó a Óscar Caballero hasta la casa de Javier Ibarra, en San Lorenzo, en una motocicleta. Caballero bajó y él quedó esperando en la calle por 40 minutos.
En un momento dado, Ruiz escuchó disparos, lo que le asustó. Posteriormente, se acercó a él Óscar Caballero, quien le dijo que se retire del lugar.
Cuando Ruiz se movilizaba por San Lorenzo, su biciclo sufrió un desperfecto, por lo que tuvo que llevarlo a pie hasta un surtidor del emblema Copetrol situado sobre la avenida Mariscal López casi Ingavi. Este dejó su moto allí y fue hasta un local de Biggie Express, de donde compró un cargador para su celular, ya que quedó sin batería. Volvió a la gasolinera, donde cargó su teléfono y luego se comunicó con Caballero para indicarle su ubicación.
Lea más: Arma entregada fue la que se usó para la muerte del exfiscal Javier Ibarra
Era la 1:30 cuando Óscar Caballero le indicó vía llamada que se acerque hasta un taxi estacionado frente a una playa de autos, en el que estaba él.
Ruiz le consultó qué fue lo que pasó en casa de su jefe, pero Caballero no le respondió, sino que le consultó si el desperfecto de su moto tenía solución y Ruiz dijo que sí, entonces Caballero le dio G. 100.000.
Después, Ruiz llamó a un amigo que le ayudó a reparar el biciclo. Unos minutos más tarde, Óscar Caballero se volvió a comunicar con Leonardo Ruiz para pedirle que vaya hasta su casa, ubicada en Zeballos Cue.
Supuesto homicida pidió ocultar arma hurtada de exfiscal
Una vez en el punto, Óscar Caballero salió de su casa con una bolsa de tela TNT y un estuche para dirigirse después los dos hasta una casa abandonada, situada enfrente. Ahí, Caballero bajó la bolsa, le derramó combustible y le prendió fuego. Dentro de esta, aparentemente había documentos del recién asesinado Javier Ibarra.
Caballero después le entregó un estuche a Ruiz, quien lo abrió y encontró un arma. En ese momento, Caballero le pidió que la guarde o deshaga de ella, a lo que Ruiz accedió por miedo.
Esa misma arma marca Colt estuvo en poder de Ruiz, quien hizo entrega de la misma a los investigadores. Sin embargo, le faltaba el tubo cañón. Empero, el arma igualmente fue remitida al Laboratorio Forense para su análisis.
El fiscal del caso, Julio Ortiz, aclaró que se pudo confirmar que el arma de fuego en cuestión, recuperada, pertenecía al asesinado Javier Ibarra. Esto se pudo constatar mediante registros documentales de la Policía Nacional.