El Ministerio de Justicia informó del fallecimiento de Pablo Alejandro Junior Valdovinos Ferreira, de 32 años, quien se encontraba hasta su fallecimiento recluido en la Penitenciaría Regional de Concepción.
Aunque aún no fue confirmado, los primeros informes señalan que el joven se habría quitado la vida.
Desde el Ministerio señalaron que, luego de que las autoridades del penal tomaran conocimiento del hecho, se dio inmediata intervención a la Policía Nacional y el Ministerio Público para realizar las investigaciones correspondientes.
En ese sentido, señalaron que se están llevando a cabo las diligencias necesarias para esclarecer las circunstancias del fallecimiento.
Asesinato de su padre
En setiembre de 2016, la fiscala Noelia Naumann había informado que el joven Pablo Junior Alejandro Valdovinos, entonces de 24 años, confesó haber asesinado a su papá, Pablo Alejandro Valdovinos, de entonces 49 años, apenas dos días antes. El hombre había sido detenido la tarde anterior en Encarnación.
La fiscal Naumann había señalado que entre los argumentos del joven estaba el supuesto abuso por parte de su padre contra su hermana.
Pablo Junior Alejandro Valdovinos era un barrabrava del club Cerro Porteño y en su perfil de Facebook solía posar con diferentes tipos de armas, según los investigadores.
Según había señalado la fiscala en aquel entonces, había sido encontrado en la Terminal de Ómnibus de la ciudad de Encarnación cuando se disponía a tomar un vehículo que lo trasladaría a la ciudad argentina de Posadas.
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Documental de Netflix
El documental de la plataforma Netflix “Inside the World’s Toughest Prisons” (Las peores cárceles del mundo), protagonizado por Raphael Rowe, había incluido en su cuarta temporada al penal de Tacumbú, donde el conductor pasó una semana compartiendo con los reclusos y mostrando cómo sobrevivían. Entre uno de los recluidos que habían aparecido en el documental se encontraba Pablo Valdovinos.
En el documental, Valdovinos se había presentado como un tatuador. Al conductor del documental le llamaron la atención varias cosas en el penal, entre ellas el hecho de que los reclusos tengan las llaves de sus celdas, como fue el caso de Valdovinos, quien guardaba ahí sus elementos de trabajo.
En la conversación, Rowe le preguntó a Valdovinos por sus tatuajes de lágrimas bajo los ojos y este le respondió que representaban la difícil vida que le tocó vivir desde muy chico. Entre ellas, contó cómo mató a su padre, a quien calificó de una persona de mucho poder.
“Le disparé con su misma arma de fuego”, había dicho entonces, reconociendo que, a pesar de las circunstancias, estaba arrepentido de lo que hizo.