El Tribunal de Sentencia, presidido por Darío Báez e integrado por María Luz Martínez y Elio Rubén Ovelar, condenó a 18 años de pena privativa de libertad a Matías Bilbao, quien participó desde la cárcel de San Pedro por medios telemáticos, por la comisión del hecho de robo con resultado de lesión grave contra el sereno José Marcelo Díaz, hecho registrado el 12 de febrero de 2021.
El agente del Ministerio Público Óscar Fernando Delfino había solicitado la aplicación de una pena carcelaria de 16 años, en tanto que la defensa de Matías Bilbao, ejercida por la defensora pública María de la Paz Martínez Irigoitia, solicitó una pena de solo tres años.
La defensora argumentó su petición durante sus alegatos finales, basándose en el artículo 23 del Código Penal sobre el trastorno mental, señalando que Matías Bilbao desconocía la contrariedad a la ley de lo que había cometido debido a su condición mental, lo que se convertía en un atenuante.
Esta es la segunda condena que recibe Matías Bilbao, pues la primera le fue impuesta el 23 de mayo de 2022 por el Tribunal de Sentencia presidido por la jueza María Luz Martínez e integrado por los jueces Elio Ovelar y Víctor Alfieri, consistente en 30 años de cárcel más otros 10 años de medidas de seguridad, por el crimen de Olga De Jesús Feliciángeli, ocurrido el 18 de febrero de ese mismo año.
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Violento ataque a sereno
Durante su declaración testifical, este lunes, el sereno José Marcelo Díaz, víctima del brutal ataque, relató que se encontraba encargado de una construcción y en la noche del 12 de febrero mientras se encontraba durmiendo en su garita, cuya puerta estaba semiabierta, Bilbao trepó una muralla y se dirigió hasta su puesto.
En un momento dado sintió un “jalón en el cuello” y luego ya sintió un golpe en la mandíbula, tras lo cual intentó cubrirse con los brazos y comenzó a ser atacado con un machetillo.
Según indicó Díaz, a consecuencia de los golpes sufrió la fractura de su mandíbula y también un corte que afectó superficialmente el cuello y le provocó el corte de una de sus orejas. Por la primera herida tuvo varias cirugías, en las que le colocaron en total cuatro platinos y ocho clavos.
Díaz enfatizó “yo quería ser marino y esto me frustró la posibilidad, me frustró mi vida”.
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“Si la Policía hacía su trabajo, se pudo salvar una vida”
Entre otros testigos que prestaron declaración se cita a Gustavo Vázquez, dueño de la propiedad, quien manifestó que hizo entrega de las filmaciones de circuito cerrado con las que contaba y en cuyas imágenes se pudo identificar fácilmente al autor de aquel violento ataque contra su sereno José Díaz.
Dichos archivos fueron entregados a los policías de Investigaciones, quienes lograron identificar al autor como Matías Bilbao, sin embargo no lo aprehendieron sino hasta recién el 21 de febrero de 2021 durante un allanamiento en su domicilio ubicado en Santísima Trinidad.
Vázquez señaló al respecto: “pudo haberse evitado la muerte de una persona si la Policía hacía lo que tenía que hacer”, pues el 12 de febrero habría atacado a José Díaz y el 18 de ese mes asesinó de 18 puñaladas a Olga Feliciángeli.
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Fiscalía señaló peligrosidad de Bilbao en juicio anterior
En la etapa de alegatos finales por el caso de Olga Feliciángeli, la fiscala Claudia Aguilera señaló que en el prontuario policial de Matías Bilbao figuran los hechos de hurto agravado, violencia familiar, robo con resultado de lesión grave, robo agravado y homicidio doloso, estos últimos ya cometidos contra la señora Olga Feliciángeli. Añadió la agente que “fue escalando de hecho punible”.
Además, según se pudo demostrar en ese juicio a través de las evaluaciones psicológicas es que el hoy condenado “no tuvo arrepentimiento y ni remordimiento” y que es “una persona calificada de alto riesgo”.
Aguilera mencionó en otro momento que “la pericia psicológica concluyó que (Bilbao Fassardi) es una persona peligrosa para la sociedad, y que no solo odia a sus víctimas sino también a la sociedad, aún cuando este vivía en un entorno privilegiado”.
Posteriormente, señaló Aguilera sobre Matías Bilbao que por el resultado de las evaluaciones ya no podrá readaptarse a la sociedad, ni en 40 años, por todos los problemas psicológicos que le fueron detectados.