El cadáver del sudafricano Daniel Christiaan Bruewer Coetzee ya en estado de descomposición fue encontrado en las coordenadas 25° 47′ 19″ S, 56° 07′ 30″ W, correspondiente a la compañía San Antonio del distrito de Independencia, departamento de Guairá.
El hallazgo fue reportado a cinco kilómetros en línea recta de la granja de la víctima, situada a su vez en las coordenadas 25° 44′ 41″ S, 56° 09′ 09″ W, en la zona de la compañía Santo Domingo.
La casa del sudafricano queda a 10 kilómetros de la población de Melgarejo, que es lugar donde funciona, por ejemplo, la Municipalidad de Independencia, y esta a su vez dista 30 kilómetros del centro de Villarrica.
Los restos de Daniel Christiaan Bruewer Coetzee fueron detectados por pobladores de la zona que estaban revisando sus plantaciones.
El extranjero estaba tirado en el suelo, boca arriba, sin remera. Aparentemente, fue ejecutado con disparos el mismo día en que lo secuestraron, aunque por el estado en el que estaba el cadáver ya fue difícil precisar la causa de muerte.
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Policía descarta secuestro extorsivo como móvil del crimen
El jefe de Antisecuestro de la Policía, comisario principal Nimio Cardozo, declaró que prácticamente ya descartaron el secuestro extorsivo como móvil del crimen.
En realidad, el caso aparenta ser una venganza que podría estar relacionada con la distribución de los bienes que generó el extranjero durante las tres décadas que vivió en nuestro país.
Según los datos, el sudafricano estaba con planes de dividir sus bienes entre su esposa, Martha Jacomina de Jager, de 70 años, y su hija Dane Majore Coetzee, de 35 años, quienes viven en el mismo lugar, aunque también pretendía incluir en su testamento a los otros tres hijos que tiene en Sudáfrica.
Coincidente y llamativamente, la víctima había rechazado recientemente vender su propiedad.