Verifican teléfonos en busca de sudafricano secuestrado

Ante el llamativo silencio de los secuestradores del granjero sudafricano Daniel Christiaan Bruewer Coetzee, la Policía comenzó la verificación de los celulares de los allegados a la víctima y de las imágenes captadas por cámaras de seguridad instaladas en la zona.

Daniel Christiaan Bruewer.Gentileza
audima

Poco antes de las 19:45 del domingo último, el granjero sudafricano Daniel Christiaan Bruewer habría sido tomado de rehén por un grupo de criminales, que lo interceptó cuando salía a caminar por su propiedad ubicada en la localidad de Melgarejo, que a su vez es el centro urbano y administrativo del distrito de Independencia, en el departamento de Guairá.

Inmediatamente después, la esposa de la víctima, Martha Jacomina de Jager, de 70 años, también sudafricana, recibe una llamada de su pareja en su celular para comunicarle que fue secuestrado por criminales vestidos de policías y quienes exigían la suma de US$ 300.000 para liberarlo.

Desde ese momento la banda de secuestradores se llamó al silenció, nunca más se comunicaron con los allegados de la víctima; esta situación ha generado las sospechas de los investigadores, debido a que en situaciones similares anteriores los criminales intentaron cobrar el rescate lo más rápido posible para liberar a la víctima y ponerse fuera del alcance de los investigadores, señalaron.

Teléfonos celulares de los allegados

Ante esta situación, el comisario general director Osmar Méndez, quien dirige las pesquisas en la zona, dispuso orden judicial para la verificación de algunos teléfonos celulares correspondientes a allegados de la víctima. Igualmente, los agentes comenzaron a juntar imágenes captadas por las cámaras de seguridad instaladas en la zona, todo con el objetivo de buscar cualquier indicio o imágenes que puedan ayudar a los investigadores para localizar al secuestrado, mencionaron.

Al mismo tiempo, la jueza de Villarrica, Marcela Alejandra Mallorquín, decretó ayer el bloqueo de todas las cuentas bancarias y otros bienes del sudafricano.

Lo que parece ser claro es que los secuestradores contaron con el apoyo de gente muy cercana a la víctima, ya que sabían dónde esperarlo y por dónde llevarlo para eludir algunas de las cámaras de seguridad de la zona.

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