La mamá de la adolescente afectada por una bala perdida, el pasado 21 de enero en Pedro Juan Caballero, relató a través de las redes sociales que las noticias no son alentadoras para la familia.
Los neurólogos informaron a la familia que el daño causado por el proyectil es severo. Ante esta noticia, la madre dijo que si bien humanamente las noticias son malas, está dispuesta a vivir “un día a la vez”, esperanzada en la recuperación de su hija.
Los médicos le dijeron a la familia que no hay forma de determinar con exactitud qué tan dañada está el área neurológica, porque a la niña no se le puede hacer un estudio de una resonancia magnética, debido al proyectil que tiene dentro de la cabeza.
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A pesar de todo, la familia se muestra con la mentalidad positiva y con fe en que con el tiempo, los procedimientos como la fisioterapia recuperarán a la adolescente.
La menor además está realizando tratamiento con una fonoaudióloga, que está enfocada en estimular la oralidad y la capacidad de deglución de alimentos. El área consciente de la menor sigue sin responder, pero su madre asegura que la escucha y la reconoce.
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“En la tomografía contrastada gracias a Dios no salió nada negativo. Ella aún no habla. Por lo general ella sigue estable y luchando por evolucionar”, manifestó la madre.
“No perdamos la fe. Somos simplemente un soldado herido en el campo de batalla al servicio del Señor”, concluyó.
El día del accidente
La niña recibió el impacto de una bala perdida luego de una balacera que se registró en Pedro Juan Caballero, el 21 de enero pasado.
Sin embargo, los padres no se percataron del suceso al instante. La menor empezó a convulsionar y tenía una aparente herida en la cabeza; por lo que los mismos la llevaron hasta el hospital del IPS de Pedro Juan Caballero, donde fue sedada.
Al principio, los médicos pensaron que padecía de epilepsia y que se había hecho una herida en la cabeza al golpearse con algún objeto.
Sin embargo, los profesionales optaron por hacerle una tomografía, un estudio que no estaba disponible en ese hospital. Finalmente, decidieron sedarla y enviarla al Hospital Central del IPS, en Asunción.
Ya en la capital se realizó la tomografía y se encontró que una bala se había incrustado en su cráneo.