Denuncian estafa a través de una red social

Cristina Raquel Florentín Cueto presentó denuncia ante el Ministerio Público por un caso de estafa que se perpetró a través de una red social en la que se promocionaban artefactos eléctricos con precios ventajosos. La Policía advirtió en varias ocasiones del peligro de estafas al comprar a través de las redes sociales.

Fidel Herminio Rodríguez, tiene abierta una cuenta en un banco donde se transfiró el dinero producto de la estafa.Gentileza
audima

La denunciante señaló que el delito de estafa se perpetró el 11 de enero pasado, desde su vivienda ubicada en la ciudad de Villa Elisa, cuando contactó a través de la red social Facebook a Osmar Leguizamón, quien promocionaba la venta de acondicionadores de aire, en remate por G. 1.800.000, cada uno.

El producto interesó a la víctima y contactó con Osmar Leguizamón, quien luego de conversaciones le derivó con un supuesto “vendedor” quien se identificó como Richard Medina, con quien hizo las tratativas a través del número de celular 0984-828830.

La víctima de la estafa luego de conversaciones con Medina, el presunto vendedor, le dijo que en ese momento solamente contaba con dos unidades de acondicionadores de aire y le propuso que si compraba los dos aparatos le podría hacer un precio de G. 1.600.000 (doscientos mil menos, por unidad, del precio inicial ofrecido).

La víctima de la estafa mostró su conformidad con la oferta recibida por parte del supuesto vendedor y este le envió el número de cuenta 19513206, perteneciente a Fidel Herminio Rodríguez, con CI N° 3.754.886, supuesto dueño de la ferretería San Antonio, que supuestamente tenía sucursales en las ciudades de Luque y San Antonio, y nuevamente Medina le aclaró a la víctima que él era solamente el vendedor.

Fue así que Cristina Florentín Cueto realizó la transferencia de dinero de G. 3.200.000 y solicitó a la vez la remisión de la factura de compra de los dos acondicionadores de aire. Medina le respondió que le enviaría enseguida la factura, pero dicha situación no ocurrió ya que todo se trataba de un caso de estafa.

Es el titular de cuenta corriente

La denuncia penal realizada el 12 de enero de 2023 también refiere que Cristina Florentín Cueto se comunicó con un empleado del Banco Visión al que hizo conocer la situación de supuesta estafa y solicitó el bloqueo de la cuenta bancaria.

Sin embargo, el empleado respondió que ese requerimiento era de imposible cumplimiento por políticas del banco. Antes, la entidad bancaria le había confirmado a Cristina Florentín de la existencia del mencionado número de cuenta corriente y que la misma pertenecía a Fidel Herminio Rodríguez, el supuesto dueño de la ferretería que ofrecía a través del Facebook los acondicionadores de aire.

Andrea Soledad Ríos Dos Santos es la fiscala de la Unidad 1, Zonal de Villa Elisa, la encargada de llevar adelante la investigación de supuesta estafa.

Antecedentes de los investigados

Según las primeras indagaciones, Fidel Herminio Rodríguez, de 39 años de edad, tendría varios antecedentes por delitos contra la propiedad.

Rodríguez, el supuesto dueño de la Ferretería San Antonio, registra antecedentes judiciales por hurto agravado en el año 2015, es estado de compurgamiento de la pena. Así también tiene otro hecho punible contra la propiedad en el 2018, que se encuentra en estado de extinción de la pena, y un tercer registro de hurto agravado en el 2013, del que no se tiene más datos.

Con relación al “vendedor” Richard Medina y Osmar Leguizamón, quien ofreció los aparatos en el Facebook, no se tienen antecedentes, hasta ahora.

Lo que dice el Código Penal

En el Artículo 187 sobre el delito de estafa, dispone:

1º El que con la intención de obtener para sí o para un tercero un beneficio patrimonial indebido, y mediante declaración falsa sobre un hecho, produjera en otro un error que le indujera a disponer de todo o parte de su patrimonio o el de un tercero a quien represente, y con ello causara un perjuicio patrimonial para sí mismo o para éste, será castigado con pena privativa de libertad de hasta cinco años o con multa.

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