Los agentes fiscales Andrés Arriola y Gerardo Mosqueira imputaron a Aida María Villalba, por la supuesta comisión del hecho punible de Hurto Especialmente Grave, en la causa de la muerte del exfiscal Javier Ibarra. La misma se desempeñaba como trabajadora del servicio doméstico en la casa donde se produjo el crimen.
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La joven se encuentra detenida tras dar positivo a las pruebas de antimonio y ser hallados restos de pólvora en sus manos, mediante pruebas realizadas por orden del Ministerio Público.
El cuerpo del exfiscal fue hallado en su domicilio y tenía dos impactos de bala en la cabeza. No se hallaron rastros de violencia, tampoco se han detectado objetos faltantes.
Esto es lo que relata el abogado de la empleada
El doctor Abelino Britos, abogado de la joven imputada Aida Villalba, quien era empleada del fiscal ahora fallecido Javier Ibarra, dio detalles del caso en el que su cliente está imputada. Dijo que no confía en el resultado de las pruebas del Ministerio Público: “yo no estuve en el momento del hisopado”, aclaró
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Agregó además que a su cliente se la imputa en un hecho punible llamado hurto especialmente grave porque ella estuvo en un momento equivocado en su trabajo. “Mi defendida fue imputada por hurto, especialmente grave porque supuestamente ella hizo desaparecer el arma, según la teoría del Ministerio Público”, refirió.
Aparentemente al entrar en la pieza o al tocar cosas de la casa contaminó su mano. “Mi defendida no es homicida. Ella no mató. Ella estuvo, vino a trabajar y se encontró con su patrón muerto”, agregó.
Empleada solo tocó una sábana para tapar el cuerpo
Aseveró además que el arma homicida ya no estaba cuando ella entró al lugar del homicidio. Su cliente niega categóricamente que haya tocado el arma y el cuerpo. “Solamente tocó una sábana para cubrir el cuerpo de su patrón, a pedido de la policía”, señaló
Detalló además que Aida no tiene ninguna llamada, alguna instrucción, alguna carta o mensaje que dice ‘haceme desaparecer esto, me vas a cubrir y vení te voy a pagar’.
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En ese sentido, agregó que su cliente le dio detalles de todo lo que pasó en esa mañana. Según el abogado, su relato fue el siguiente:
“Llegué, le encontré a fulano (el cuidador), vimos que la puerta estaba semiabierta, escuchamos que el teléfono del patrón estaba sonando, esperábamos que atienda y no lo hacía. Sonó de vuelta. Ahí vimos que la puerta de la cocina estaba semiabierta, entramos y le vimos en la silla. Volvimos a salir, le llamamos a las personas, al 911, a su señora-cué, etc”, fue lo que detalló.
Aseveró que no tienen mérito para imputar en hurto ni en otro hecho. “Ella no tiene nada que ver”, sentenció.