Policías de Criminalística encabezados por el agente fiscal Julio Ortiz se constituyeron nuevamente, ayer a la mañana, en el domicilio del exfiscal antidrogas Javier Ibarra, que está ubicado en la ciudad de San Lorenzo, para una segunda revisión en busca de más datos que puedan aportar a la investigación para el esclarecimiento de su muerte.
El reingreso se realizó debido a que durante la autopsia se extrajeron dos proyectiles calibre 22 de la cabeza del exagente fiscal antidrogas Javier Ibarra y, en el domicilio domicilio se recogió una sola vaina el viernes último, por esta razón es que los investigadores volvieron al domicilio del fallecido a buscar el otro casquillo faltante, pero no fue encontrado, informó a ABC el fiscal Julio Ortiz.
Además, los investigadores recibieron información de que Javier Ibarra tenía una pistola de bolsillo, de color negro, semiautomática, calibre 22, que siempre llevaba consigo en una bandolera, para su protección ya que el mismo, cuando todavía ejercía funciones en el Ministerio del Interior había dicho que temía por su vida.
Sin embargo, los intervinientes no encontraron ni el arma ni su estuche y tampoco, las documentaciones relacionadas, añadió el fiscal Ortiz quien apoya en la pesquisa al fiscal Gerardo Mosqueira.
Lea más: Hallan muerto a exfiscal Javier Ibarra
Hipótesis de homicidio se refuerza
Conforme se van recogiendo nuevos elementos entorno al caso de la muerte del exfiscal y exviceiministro Javier Ibarra, la teoría del homicidio va tomando cada vez más fuerza y por ende, la del suicidio se va debilitando.
Durante la constitución en el domicilio del fallecido, la comitiva encontró dos sillas en la cocina, que estaban dispuestas una frente a la otra, como si estas hayan estado conversando. Este aspecto es que hace presumir que, quien haya estado el jueves a la noche con Ibarra, era alguien de su confianza. Este punto cobra fuerza al considerar que no hubo rastros de violencia en ninguna parte de la casa, detalló Ortiz.
Lea más: Confirman que el exfiscal Javier Ibarra tenía dos orificios de bala
La hipótesis formulada, en torno al homicidio, es que esta persona habría tomado el arma de bolsillo y le disparó a Javier Ibarra, mientras seguía senado, atendiendo a que se constató que las balas ingresaron al cuerpo del exfiscal con dirección de arriba hacia abajo. Además, las heridas presentan tatuajes -quemadura de pólvora- alrededor, lo que hace presumir que se trata de una ejecución, según explicó el fiscal Ortiz.
En ese sentido, el agente del Ministerio Público refirió que Ibarra era una persona grande, cuya estatura era de 1.80 metros y de haber estado parado, se habría roto la cabeza al caer al suelo luego de recibir los disparos, pero si cayó de la silla, la caída del mismo fue menos violenta.
Aspectos llamativos
El fiscal Julio Ortiz se refirió a otro hecho llamativo, relacionado a la conducta del fallecido Javier Ibarra. Dijo al respecto, que cuando el exfiscal llegaba a su casa soltaba a su perro por el predio de la casa, siempre y cuando no iba a volver a salir. De hecho, cuando la comitiva fue a inspeccionar la vivienda por primera vez, encontraron al animal suelto, es decir, Ibarra había llegado cerca de las 22:00 del jueves para quedarse.
La hora en que Javier Ibarra llegó a su casa se pudo determinar mediante filmaciones de una de las dos cámaras que hay a metros de su domicilio. Ortiz detalló que la otra cámara tiene sensor de movimiento, por lo que deben pedir los archivos para comprobar si captó o no alguna situación, ya que Ibarra no contaba con cámaras en su vivienda.
En el lugar se hallaron dos celulares, uno que era el que utilizaba diariamente para sus actividades y otro, aparentemente para cuestiones particulares. Ambos fueron incautados y entregados al Laboratorio Forense del Ministerio Público para la extracción de datos, a modo de conocer con quién o quiénes mantenía conversaciones y con quién se comunicó por última vez antes de su muerte.
También se hallaron 9 armas de fuego y 11 carnets de portación, todos estos pertenecientes a Ibarra y que fueron emitidos por la Dirección de Material Bélico (Dimabel) de las Fuerzas Armadas de la Nación. Entre ellas un revólver que estaba en la habitación de Javier Ibarra, cuyo cuerpo fue encontrado en la cocina.