El 29 de enero de 2001, una banda robó más de G. 500 millones en un asalto al local de Financiera Guaraní del Shopping del Sol de Asunción.
El 16 de febrero de ese mismo año, la Policía y la entonces fiscala Carolina Bogado allanaron la casa del líder de la gavilla, el exmilitar Óscar Celestino Romero Ojeda, quien en esa época ya era famoso luego de ser identificado como el “cerebro” del megaasalto ocurrido el 4 de agosto del año 2000 en el aeropuerto de Luque, de donde se robaron más de 11 millones de dólares.
Aunque Celestino Romero no fue atrapado esa vez en su casa, la comitiva incautó como evidencias algunos vehículos y dinero en efectivo.
El 20 de julio de 2001, Celestino fue capturado en Capiatá. Sin embargo, se fugó de la cárcel de Tacumbú el 28 de agosto de 2002.
El famoso delincuente fue abatido por la Policía el 9 de diciembre de ese mismo año en Ñemby.
Tras la muerte de Óscar Celestino Romero, la fiscala que lo investigaba por el asalto a Financiera Guaraní, Carolina Bogado, simplemente se quedó con los vehículos y el dinero que le habían sacado al criminal en 2001.
Fiscalía intervino la casa de la agente
Estas graves irregularidades fueron detectadas posteriormente y el entonces agente fiscal Juan Claudio Gaona y el entonces inspector general de la Fiscalía Jorge Sosa allanaron la casa de su colega Carolina Bogado, en Fernando de la Mora, el 19 de abril de 2004.
En ese procedimiento, la comitiva recuperó, por ejemplo, una moto acuática (jet sky) que pertenecía a Óscar Celestino Romero y que era usada por la fiscala Bogado.
Al día siguiente, la mujer renunció a su cargo e incluso devolvió parte del dinero que era del asaltante y que ella tenía guardado.
Cuando Carolina Bogado ya estaba imputada por quebrantamiento de depósito y lesión de confianza, llamativamente fueron apareciendo abandonados varios de los vehículos de Óscar Celestino Romero.
Carolina Bogado fue enjuiciada y el 30 de noviembre de 2007 condenada a tres años y medio de encierro.
Luego de la llamativa pérdida del expediente, el caso quedó congelado por varios años hasta que la carpeta reapareció en el despacho de la jueza de Ejecución Leticia Paredes, quien ordenó que la exfiscala cumpla su sentencia en la cárcel.
Hoy, policías de Investigaciones y la fiscala de Ejecución María José Pérez fueron a traerla de su casa de Fernando de la Mora y la dejaron en la comisaría de Mujeres de Asunción, de donde hoy tendría que pasar al Buen Pastor.