En comunicación con ABC Cardinal este viernes, María Gloria Zapattini, exesposa de Carlos Colmán Arce y sobreviviente de un intento de feminicidio perpetrado por este en 1998, urgió al Estado a que la proteja a ella y a las demás mujeres sobrevivientes de violencia familiar y expresó preocupación por el hecho de que Colmán Arce haya podido adquirir un gran número de armas de fuego a pesar de sus antecedentes penales y sus problemas psiquiátricos.
Colmán Arce fue condenado a 20 años de prisión -de los cuales cumplió 15 y fue liberado– por el asesinato de su hija de tres años de edad y el intento de asesinato a su entonces esposa, Zapattini, y su hijo de ocho años de edad en 1998.
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El jueves, el Ministerio Público allanó la vivienda de Colmán en el barrio Ciudad Nueva de Asunción, luego de denuncias de que el hombre salió a la vía pública con un rifle. Los intervinientes encontraron e incautaron una gran cantidad de armas de fuego en la residencia, incluyendo escopetas, rifles, una pistola y un fusil.
“Esta persona es sumamente peligrosa porque es impredecible”, dijo Zapattini a ABC Cardinal, expresando inquietud por el hecho de que Colmán es “una persona con problemas psiquiátricos” que “ya no sigue tratamiento y tiene un arsenal de armas”.
“Esta persona necesita estar internada y medicada”, insistió la mujer, que pidió que se investigue cómo fue posible que Colmán haya obtenido permisos de portación de armas por parte de la Dirección de Material Bélico a pesar de sus antecedentes penales y su condición psiquiátrica.
“Esto me aterroriza a mí, a mi familia y a los vecinos”, dijo, agregando que la hermana de Colmán también fue amenazada por el hombre.
Zapattini reclamó que el Estado la proteja a ella y a todas las sobrevivientes de violencia familiar.
“Parece que están esperando que termine su trabajo, que haga lo que no hizo hace 24 años”, lamentó.
Ataque “premeditado”
La mujer afirmó que el ataque de Colmán a su familia en 1998 fue “premeditado”, relatando que en horas de la madrugada del 4 de enero de ese año la atacó primero a ella con un arma blanca, luego atacó a su hija de tres años -quien no sobrevivió- e intentó sin éxito matar a su hijo, quien -según el relato de la mujer- logró sobrevivir gracias a que “se hizo el muerto”.
Luego de atacar nuevamente a su esposa, según relató Zapattini, Colmán “se bañó, se encerró en el dormitorio y se clavó un puñal en el cuello” para dar la impresión de que él también fue atacado.
“Reconoció que estaba lúcido cuando actuó”, recordó Zapattini.