El golpe se inició a las 01:40, cuando los maleantes llegaron a la tienda en un automóvil Toyota Vitz rojo que fue robado dos días antes en la jurisdicción de la comisaría 7° de la capital.
Los criminales tomaron de rehenes a los empleados y luego se dirigieron a la zona de caja fuerte, que intentaron abrir con varias herramientas que tenían consigo.
Sin embargo, la banda cometió un error al voltear una cámara de seguridad cuya imagen era monitoreada por la empresa de seguridad Prosegur.
Afortunadamente, el operador de esta compañía de seguridad estaba atento, notó la irregularidad y llamó a la Policía.
Como el local queda en el límite entre Asunción y Fernando de la Mora, acudieron agentes de las comisarías 11 de la capital y 2 Central de Fernando.
Estos últimos efectivos interceptaron a los asaltantes a pocas cuadras, pero los malvivientes dispararon contra la patrullera, tras lo cual dejaron abandonado su coche y huyeron a pie.
El botín sustraído sería de unos G. 300.000, ya que no llegaron a abrir el cofre.