El resultado de las pruebas de balística practicadas a los casquillos levantados de la escena del crimen y de las balas extraídas del cuerpo del periodista Humberto Coronel habrían confirmado que el arma utilizada en el alevoso atentado no presenta correlación con otros hechos similares registrados en el país.
Esto significa que esta vez el sicario contratado para acallar al periodista pedrojuanino utilizó un arma “limpia”, por lo que no lo pueden rastrear, explicaron los agentes.
Precisamente, por la gravedad del hecho, el Ministerio Público designó a cuatro fiscales: José Luis Torres, Sandra Díaz, ambos de Pedro Juan Caballero, y a María Irene Álvarez, de Asunción, y Pablo Rene Zárate, de Concepción, para investigar el caso junto con un importante contingente de policías que fueron de la capital.
El martes último, a las 13:24, el periodista Humberto Andrés Coronel Godoy abandonaba las instalaciones de radio Amambay, donde tenía un programa a la siesta, y se disponía a abordar su auto, que estaba estacionado frente mismo a la emisora, sobre la calle 14 de Mayo casi Cerro León, barrio Perpetuo Socorro de la capital del Amambay.
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En ese momento se le acercó el sicario a bordo de una moto, con el casco puesto y pistola en mano, y abrió fuego contra su objetivo. De los diez disparos efectuados, ocho impactaron en el periodista, quien lentamente cayó y falleció casi en forma instantánea a un costado de su vehículo.
Luego, el asesino guardó el arma y escapó por la calle 14 de Mayo, pasó frente a dos policías que custodiaban la radio y quienes no se animaron a intervenir, después cruzó frente a la Gobernación y a la dirección de Policía de Amambay.
Buscan evidencias en cámaras de seguridad
Uno de los primeros trabajos desplegados por los agentes enviados desde la capital fue el seguimiento de las cámaras de seguridad instaladas en las inmediaciones de donde se registró el ataque.
Efectivamente, las imágenes habrían confirmado que el sicario salió de una calle aledaña al estadio del club 2 de Mayo, distante unos 1.200 metros al oeste del lugar del hecho, pero en el barrio Bernardino Caballero, y tras concretar su cometido regresó a la misma zona, según explicaron fuentes cercanas a las pesquisas. De esto se deduce que el matón es paraguayo.
Ahora, a 72 horas del ataque, agentes dependientes de la Dirección de Policía de Amambay efectúan controles ruteros en algunos puntos de la ciudad de Pedro Juan Caballero, informaron.