El teniente de navío Jorge Giménez, prefecto del destacamento militar de Itá Enramada, informó a ABC que antes del ataque contra el local de control, varias personas estaban ingiriendo alcohol cerca del sitio. Sostuvo que aparentemente tienen un “líder” que les provee de ello para ganar “coraje” y actuar.
Posteriormente, los presuntos contrabandistas y estibadores lanzaron pirotecnia, bombas del tipo molotov y piedras contra los militares y su sede ribereña. Giménez comentó que esta vez fueron más violentos que otras veces y que el enfrentamiento duró al menos dos horas. Afortunadamente no hubo heridos.
Uno de los momentos más críticos y graves fue cuando con un vehículo tipo furgón embistieron la muralla perimetral de la Prefectura. El suceso generó mucho susto en los presentes.
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Uno de los afectados dijo también que permanentemente los militares son agredidos verbalmente y los atacantes rompen los vehículos de los uniformados. El personal de la Armada Paraguaya procedió a controlar la situación con apoyo del Comando de Infantería de Marina y la Policía local.
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Itá Enramada, eterno punto conflictivo por contrabando
De acuerdo al vocero, se estima que esta reacción fue porque los supuestos contrabandistas están molestos con las exigencias y controles anticontrabando. “Esta vez fue un enfrentamiento más violento”, indicó. El hecho se comunicó al Ministerio Publico.
Por estas situaciones se reforzó el lugar y ahora se tienen cerca de 50 militares atentos a lo que pueda ocurrir más adelante.
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