Los sentenciados por robo agravado son Wilson Cabrera Alarcón, Nelson Ever Fariña, Odilio Domínguez Márquez y Rogelio Ramón Britos, condenados a 10 años, ya que fueron los autores materiales del asalto, y Derlis Augusto Sánchez, a quien le dieron 9 años como chofer de la gavilla.
Las condenas fueron impuestas por el Tribunal de Sentencia presidido por Ana Carolina Heriberta Silveira Arza e integrado por Javier Sapena Bibolini y Liz María Natividad Ramírez Cabrera.
El asalto
Los cinco delincuentes integraron la gavilla que el 25 de octubre de 2018 asaltó la sucursal del supermercado Los Jardines de Fernando de la Mora, de donde llegaron a robar G. 170 millones.
La mayor parte de ese dinero fue sustraído de la boca de cobranzas de Visión Banco que funcionaba dentro del súper.
Sin embargo, justo cuando los malvivientes se disponían a escapar en un automóvil Toyota Allion, blanco, aparecieron en escena dos grupos de policías que les cerraron el paso a los criminales por delante y detrás en una calle empedrada.
El equipo que se puso frente a los maleantes con una camioneta Mitsubishi Tritón era del Grupo Especial de Operaciones (GEO) del departamento Central, liderado por el comisario Aldo Alcides Morel Azcona.
En tanto que los que cubrieron atrás con una camioneta Toyota Fortuner eran el comisario Julio César Cabañas López y los subcomisarios César Cornelio Paiva Vázquez y Arístides Dionisio Peralta Villasboa, quienes actuaron de civil.
Estos prestaban servicios en distintas unidades y fueron reclutados exclusivamente para dicho trabajo, por el que era en ese entonces el director de Policía de Central, comisario general Miguel Ángel Cardozo Ramírez.
Los policías a cargo de Cardozo consiguieron un informante que les iba a avisar el momento exacto del atraco y hasta por dónde iban a huir los malvivientes.
Básicamente, esta fuente, que era también del submundo de la delincuencia, entregó “en bandeja de plata” a los otros criminales para que los uniformados se lucieran.
El desastre
Sin embargo, la tragedia se desató cuando los policías del GEO empezaron a disparar desde su vehículo contra el auto de los asaltantes.
Los policías de civil que estaban atrás de los delincuentes, en tanto, quedaron atrapados en medio del “fuego amigo”.
De hecho, uno de los disparos de fusil efectuado por el suboficial ayudante Carlos Rafael Mieres Rojas, del GEO, impactó en la humanidad del subcomisario Arístides Peralta, según la pericia que se hizo posteriormente.
Las imágenes del sistema de circuito cerrado del supermercado fueron vitales para aclarar el suceso, ya que en principio la muerte del subcomisario Peralta fue atribuida al comisario Cabañas,debido que a este último se le llegó a escapar un disparo de su pistola justo cuando el primero ya había caído herido.
Cabañas estuvo un año preso en la Agrupación Especializada y ahora goza de sobreseimiento provisional.
El suboficial Mieres, por su lado, nunca fue imputado debido a que para el Ministerio Público solo seguía órdenes de sus superiores y supuestamente nunca fue advertido de que había otros policías de civil involucrados en la operación.
El fiscal que llevó la mayor parte de la investigación, Marcelo Pecci, justo pocas semanas antes de ser asesinado en Colombia había declarado a ABC que, básicamente, la muerte de Peralta fue una especie de accidente, tal como se cree hasta ahora.