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El espíritu de Madita fue guiado hacia los equinos cuando tenía seis años y, desde entonces, nada pudo romper la conexión entre estos animales y la joven. “Al principio, solo jugaba con los caballos y, posteriormente, a los 11 años, comencé con el adiestramiento como jinete. Disfruto hasta las cosas más simples: limpiarlos, darles cariño y, por supuesto, montarlos”, comenta la amazona.
Despertarse a las cuatro de la mañana para asistir a un concurso puede resultar molesto y hasta imposible para algunas personas, pero convivir con sus amigos caballos es algo que Madita ama y hace con gusto. “Para mí, el adiestramiento es promover todo lo que el caballo posee en su esencia natural y presentarlo en toda su elegancia”, afirma la joven.
La amazona alemana vive hace dos años en nuestro país; sus actividades ecuestres disminuyeron después de la llegada a esta nueva patria; sin embargo, en 2017 conoció a Horacio, su fiel corcel, lo compró y retomó su pasión. “Mi caballo es mi mejor amigo, nuestra relación está basada en confianza y afecto”, sostiene.
La joven resalta que las cualidades de su corcel hacen que sienta tanto afecto por el equino y lo considera como uno de sus mejores aliados. “Mi caballo tiene un carácter increíble y yo pienso que funcionamos muy bien como equipo, por eso lo amo”, comenta la amazona.
Entre las tierras germanas y nuestro suelo hay pocas similitudes, Madita cuenta que le costó bastante acostumbrarse a este país; a pesar de las diferencias se ha enamorado de esta nación y disfruta mucho compartiendo con nuestros compatriotas. “Para mí sería muy bueno montar algún día en representación de Paraguay”, afirma la joven.
Madita cuenta que en su suelo natal el adiestramiento es más valorado y practicado que en Paraguay, ya que esta disciplina se conoce muy poco y representa algo nuevo en nuestro país. No obstante, luego de la competición de adiestramiento en el Club Hípico Paraguayo, la joven opina que hay una buena organización, mucho talento y un gran futuro para esta modalidad atlética.
Semanas atrás, la joven Weber se destacó en el primer concurso de adiestramiento, organizado por la Federación de Deportes Ecuestres del Paraguay; Madita ganó dos primeros puestos y un premio al mejor asiento. “No esperaba semejante éxito, para mí era increíble y me puse muy feliz”, comenta.
El deporte ecuestre tiene un buen futuro en nuestro país, solo hace falta que más jóvenes se interesen en esta disciplina, la cual, según Madita, les proporcionará grandes satisfacciones. “Es mucho trabajo, pero ganás un amigo y un compañero que confía en ti y con quien podés alcanzar todo”, finaliza.
Por Belén Cuevas (16 años)