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El próximo sábado 16 de marzo, la Nueva Olla, escenario deportivo del Club Cerro Porteño, albergará su primer gran concierto: Daddy Yankee hará explotar a las 45.000 almas que estarán presentes para el show. El puertorriqueño, autor de los temas más clásicos del reguetón, vuelve a nuestro país en un gran momento de su carrera.
Los inicios de Daddy Yankee se resumen en dos pasiones: el béisbol y la música. Un día, una bala perdida impactó en su cadera y, según confesó tiempo después, ese evento hizo que se inclinara a luchar por el sueño de ser artista, descartando el de deportista. La bala nunca fue extraída de su cuerpo y así se explica por qué el reguetonero no baila de manera muy brusca.
Luego de años de lucha, en 2004, logró lanzar su primer hit internacional, “La gasolina”, el cual se convirtió en la canción que presentó el reguetón a las radios de todos los rincones del mundo. Desde ese extraordinario inicio, el gran pionero del estilo urbano vendió más de 20 millones de discos.
Su carrera fue un éxito total, pasó varios años brindando espectáculos inolvidables en muchos países, sin importar que fueran de habla hispana o no. Llegó el 2017 y, en colaboración con Luis Fonsi, realizó la tan conocida música “Despacito”, la cual rompió todos los récords existentes, convirtiéndose en el videoclip más visto en la historia de YouTube, superando las 6 billones de visitas.
Su más reciente lanzamiento fue una bomba mundial; actualmente, el videoclip de “Con calma” cuenta con más de 250 millones de visualizaciones. El rey del reguetón, a sus 40 años, continúa rompiéndola como nadie en los más grandes escenarios alrededor del globo. Este hecho sorprende sobremanera al público, ya que no es nada fácil seguir reinventándose con tanta naturalidad todos los años.
El denominado por muchos inventor del reguetón llegará a nuestro país para brindar un show de primer nivel, el cual estará arropado por las cómodas instalaciones del estadio “Gral. Pablo Rojas”. No podés perderte ir a hacer el “parabrisas” a pocos metros del inventor de ese mismo pasito.
Por Diego Benítez (19 años)