Desde la caída de las Torres Gemelas hasta la actual pandemia del covid-19, el francés Michel de Nôtre-Dame, “Nostradamus” (1502-1566), fue mencionado en casi cada suceso importante que, a criterio de algunos conspiranoicos, cambiaría el rumbo de la historia. El difunto médico escribió un gran número de “profecías” en un lenguaje poético, críptico y fácilmente aplicable a cualquier suceso.
Las interpretaciones tejen una telaraña de misterio y supuestos aciertos alrededor de la figura de Nostradamus. En las redes sociales, los internautas asocian a este personaje un escrito que comienza con la frase: “En el año de los gemelos, una reina surgirá”. Supuestamente, estas líneas hacen alusión a la pandemia, pero ni siquiera existen pruebas de que Nostradamus haya sido el autor de los escritos virales.
Por otra parte, tanto el 2019 como el 2020 fueron aprovechados por varios creadores de contenido de YouTube para difundir y popularizar “adivinaciones” de Baba Vanga, una mística búlgara. A esta clarividente también se adjudican predicciones de sucesos trascendentes como el desmembramiento de la Unión Soviética y el tsunami de Tailandia en 2004. A la paranoia colectiva sufrida en los días que vivimos, se le pueden sumar algunas de las predicciones de Baba Vanga, quien, supuestamente, habló acerca del advenimiento de la Tercera Guerra Mundial en estas fechas.
Asimismo, otras cuestiones, como un atentado a Vladimir Putin y la posible muerte de la reina Isabel II, se encuentran dentro del compendio de predicciones de Baba Vanga. Semejantes conjeturas solo contribuyen al aumento de la intranquilidad sufrida por algunas personas, con respecto a la estabilidad de la aldea global como la conocemos.
Benjamin Solari Parravicini se presenta como otro exponente de las teorías de conspiración y predicciones “infalibles”. Este artista argentino, que habría anticipado en su infancia la Primera Guerra Mundial, se valía de sus dibujos para transmitir los acontecimientos que “vislumbraba” en el futuro.
Estos son solo tres ejemplos de los múltiples “profetas” que han aparecido a lo largo de los años y que, de tanto en tanto, reviven en la memoria de los amantes de teorías conspiratorias. Resulta imposible negar que, en ocasiones, las palabras de algún autodenominado profeta pueden causar impacto debido a la similaridad que tienen con ciertos hechos.
Nunca olvides que la susceptibilidad y las ganas de buscarle la quinta pata al gato son, tal vez, la única razón para encontrar predicciones donde solo hay interpretaciones. Así que, en lugar de entrar en pánico a causa de teorías sin fundamentos científicos, tomá medidas de higiene como lavarse las manos con agua y jabón, para evitar la propagación del coronavirus; respetá la cuarentena e informate solamente con fuentes confiables.
Por Belén Cuevas (18 años)