Desde las expresiones artísticas más esenciales, como la música y las artes escénicas, hasta las formas más alternativas, como las performance e intervenciones, la creatividad otorga una gran dosis de vitalidad e inspiración a los movimientos feministas. Al son de “Un violador en tu camino”, centenares de mujeres, con los ojos vendados, corean públicamente un tema que expresa verdades sociales sin ningún pelo en la lengua.
Esta cadena mundial de cánticos contra el machismo comenzó hace unos días y, mientras el ritmo empezaba a pegarse y a resonar en la cabeza de muchas personas, chicas de todos los continentes se sumaron a esta clase de performance de voces fuertes y mímicas potentes. Calles de Sydney, Bogotá, París, Barcelona y de otras ciudades fueron los escenarios de muchas mujeres que corearon esta canción, también, con una coreografía alegórica y ojos vendados, simbolizando a una justicia ciega.
El grupo chileno feminista “Las Tesis” fue el que creó esta tonada pegadiza y la hizo retumbar por diferentes partes del mundo. Para un medio internacional, Daffne Valdés, parte del citado grupo, había señalado que esta canción pretende llevar la lucha de las chicas a “un formato escénico de una manera simple, sencilla y pegajosa”.
El microcentro asunceno fue intervenido al momento en que las chicas se taparon los ojos y se sumaron a esta protesta internacional. De este modo, con el coro más pegadizo que dice “y la culpa no era mía, ni donde estaba, ni como vestía”, paraguayas alzaron las voces en contra de las violaciones que no distinguen entre niñas, adolescentes o adultas; además, “che rete, che mba’e” dice una de las frases agregadas por las activistas de nuestro país al cántico y tal verso dio un toque más local, al introducirse la lengua guaraní en la protesta.
Una comparación importante hacen las feministas contra el machismo, al acusarlo de ser un juez que condena a las personas a sufrir de distintos tipos de violencia, solo por nacer mujer. Así pues, desaparición, impunidad para asesinos, feminicidio y violación son los castigos de una sociedad injusta para las mujeres, según dicta el coro internacional, lo cual se demuestra a través de estadísticas y números preocupantes en nuestra nación y en toda América Latina.
Por Eliseo Báez (17 años)