Un pedido de tu “firma” para ayudar al Amazonas o el requerimiento de tu dirección de correo, para apoyar políticas que favorecen a niños con fibrosis quística, pueden encontrarse a través de links que se difunden por todas las redes. Las peticiones digitales suelen llegar a nuestros teléfonos y, con un click y un email, sumás una firma para ayudar a cierta causa social.
Change.org es uno de los portales más grandes que se desarrollan en el sector de las peticiones a nivel global. “Apaguen los incendios de la Amazonia” es el nombre de una de las campañas que se encuentran en el sitio web y esta causa cuenta con más de cuatro millones de firmantes a lo largo de todo el mundo.
La directora para Latinoamérica de Change, Susana Fernández Garrido, aclaró para el diario argentino La Nación que las firmas no tienen ningún componente legal y cada país tiene maneras diferentes de promover iniciativas en el parlamento pero, de igual forma, sirven como una manera de ejercer presión y llegar a la prensa. En ese sentido, la investigadora Daffne Calvo marca su postura al decir que este portal solo funciona como una clase de “termómetro social” que pretende viralizar las cuestiones de la realidad actual.
En la investigación de Daffne “Características formales de las plataformas de peticiones online” se menciona la existencia de organismos estatales en algunos países anglosajones que promueven las demandas comunitarias digitales y se aseguran de que las firmas sean legítimas. Tal es el caso del Parlamento escocés, en el cuál se pueden buscar los pedidos hechos por ciudadanos y apoyarlos ingresando a la página web del Congreso.
En nuestro país, las signaturas hechas por la ciudadanía a través del papel y la tinta tienen peso legal, aunque también pueden ser parte de polémicas. En el caso de las firmas “mau” para la reelección de Cartes en 2017 se juntaron más de 360.000 rúbricas, de las cuales alrededor de 69.000 se comprobaron que eran falsas.
A través de Avaaz, otro de los portales de peticiones electrónicas más conocidos, Paraguay suma firmas online para apoyar el proyecto de “Ley Loreli”. Esta campaña digital busca la aprobación de políticas que favorezcan a personas con fibrosis quística y, si tiene éxito, ayudará a que se permita el ingreso al país de medicamentos para tratamientos de pacientes con esta enfermedad hereditaria.
Considerando que las peticiones online, de alguna manera, pueden ayudar a una causa social, ¿estarías dispuesto a firmar online o te parece irrelevante hacerlo?
Por Eliseo Báez (17 años)