El propósito fue compartir experiencias y conocimientos sobre economía regional, y conocer algo de lo que se está haciendo en materia de investigación en biotecnología y producción en la fronteriza Misiones, con un recorrido que incluyó un centro de investigación en biotecnología conocido como “Biofábrica Misiones”; una empresa productora de madera para su uso industrial, “Pomera Maderas”, donde con gratificante sorpresa encontramos a un compatriota como gerente de la compañía, y la empresa yerbatera “La Cachuera”, pionera en el rubro en la provincia de Misiones.
Conviene acotar que la industria forestal y la yerbatera son dos pilares de la economía de esta provincia.
Me detengo en la “Biofábrica”, un centro de investigación y producción de plantas e insumos tecnológicos, por su significativo aporte al desarrollo de la economía de la región. Este centro investiga y produce tecnología amigable con el ambiente en la producción de plantines y transferencia de tecnología a pequeños y grandes productores. Tiene incluso un laboratorio para elaborar aceite de cannabis de uso medicinal para provisión del Ministerio de Salud.
Es una empresa mixta, de capital estatal (la provincia de Misiones es la mayor accionista) y privado. Trabaja al servicio de los planes de gobierno a través de la provisión de plantines e insumos para pequeños productores, y como proveedora de grandes empresas agrícolas y forestales.
La iniciativa es admirable y digna de ser imitada a nivel local. Pero confieso mi pesimismo y una rara mezcla de frustración e indignación cuando nuestras “élites” políticas se engullen montañas de dinero en “programas” de desarrollo de fachada, y los recursos terminan en los bolsillos de funcionarios deshonestos, o son usados en negocios particulares y financiamiento de campañas proselitistas de claques enquistadas en los espacios de poder del Estado. Un “modelo” de gestión pública que debemos erradicar de nuestro país.