La mayoría de los precandidatos, salvo honrosas excepciones, se lanzan a la arena política con miras a perpetuarse en el poder. Aquí no se trata de ideologías ni colores porque al final se presentan los mismos dirigentes que están en el Gobierno. Significa escasa posibilidad de cambio pese a la ausencia de Estado que se percibe.
Sin embargo, la política es una actividad de servicio de antigua data y que tiene principios filosóficos. Deriva del vocablo griego politiké cuyo significado es el arte de gobernar la polis o ciudad Estado. Como disciplina o materia es una ciencia social que estudia los hechos, acontecimientos y procesos políticos con implicancias sociales.
Platón es considerado como uno de los principales filósofos politólogos de la edad antigua. Formuló la teoría del buen Gobierno y un Estado ideal impracticable hasta el presente. Aristóteles, por su parte, decía que el hombre es un ser político por naturaleza. Al filósofo griego se le debe la expresión hombre zoon politikon (hombre, animal político).
Cada partido tiene su doctrina filosófica, pero el objetivo final es la búsqueda del bien común. Es decir el crecimiento y desarrollo de los pueblos. Prestar servicio es la tarea que le compete a la clase política que en el Paraguay actual es una utopía.
Se agudizan los problemas de salud y educación; falta de trabajo e inseguridad por mencionar algunas necesidades básicas que el Gobierno actual y las anteriores tienen como asignaturas pendientes.
Misiones no escapa de la crisis social y económica, de la pobreza en la ciudad y el campo. En materia de salud el covid acaparó la atención de los hospitales, en detrimento de los que padecen otras enfermedades. En estas condiciones se presenta el año político con miras a las internas y las elecciones generales del 2023. Ante la escasa formación cívica el panorama electoral será manejado con base en el prebendarismo y clientelismo político partidario. El crecimiento y desarrollo serán postergados.