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Es imposible no hacer un paralelismo con el “Patrón” que en su cumpleaños suele recibir filas de chupamedias y hurreros que van a “besarle el anillo”, recordando aquellos repugnantes desfiles por la “fecha feliz” del dictador Alfredo Stroessner.
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Así como los buitres huelen la carroña, los colorados saben identificar dónde está el verdadero poder... aunque no hay que ser muy avispado para saber quién tiene la lapicera en este gobierno.
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Lo que sí, Santi ya adelantó el viernes la “sorpresita”, promulgando la ley para perseguir a las oenegés, aprovechando la “resaca” aún por la victoria de la Albirroja.
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También dicen que varios se pelearon en el festejo para reventar la piñata, ya que muchos demostraron experiencia con el garrote y con apalear la Constitución y la poca institucionalidad que queda en la República.
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Durante el festejo también corearon aquella famosa canción infantil de Topo Gigio que dice: “Ahí viene el tren de caramelo, se puede pasear con los abuelos...” y es que “a toda bala” quieren cerrar un nuevo proyecto de “tren de cercanías”.
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Luego del fiasco del metrobús y que los coreanos corrieran del anterior proyecto ferroviario, cuesta creer que esta vez la iniciativa vaya a concretarse. Por el bien de la ciudadanía esperamos que sí y que no sea solo otro intento de negociado.
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Hablando de músicas infantiles y cuentos, el cartismo ahora intenta decir que con la Ley de la Carrera del Servicio Civil supuestamente se va a promover el ingreso y ascenso en la función pública basados en la “meritocracia”, dejar de llenar de “nepobabies”, etc... algo que a juzgar por sus acciones, es pura fantasía.
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Si algo nos enseñaron los cuentos de “Pinocho” y “El pastorcito mentiroso” es que no está bien engañar y que la mentira tiene patas cortas. Si quieren que les creamos, podrían empezar por ejemplo por quitarle el millonario salario a Montse, la “nepobaby” del vicepresidente Mangui Alliana.
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Por cierto, a cuál “Peñocho” le creemos, al que supuestamente promueve la “meritocracia” o al que abiertamente dijo que para acceder a los cargos “no importan los títulos” ni ser “guapitos”, sino que lo que importa es ser afiliado al Partido Colorado.
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Algo huele mal en Essap, donde “Luifer” está llenando el funcionariado de parientes y amigos de Renecho... Da para pensar que el titular de la aguatera estatal ya está abonando y regando una eventual candidatura a la Municipalidad de Asunción, con base en repartija de cargos.
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Y no sería de extrañar, ya que ni con toda el agua almacenada en Essap es imposible salvar una eventual candidatura al “rekutu” de Renecho, que ya está totalmente quemado.
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Las ollas podridas saltan en cada esquina de este Gobierno. El caso del diputado Orlando Arévalo, que llena el tanque de su portentosa camioneta con nafta que debe ser para los concejales de Lambaré, se conecta con que varias de las cargas de combustible fueron hechas en el Alto Paraná donde su esposa tiene centros de formación docente privados, habilitados cuando su marido era alto funcionario del MEC en el área de formación docente. ¿Coincidencia? Ni por asomo.
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El yerno de Arévalo, funcionario privilegiado en Diputados, es docente egresado de uno de estos institutos. ¿Casualidad? Tampoco.