Exportaciones crecen y producción no repunta
Las exportaciones de Paraguay están dominadas por los bienes básicos y sujetas a la volatilidad de los precios internacionales. A partir de la década de 1980 se observó un repunte de las exportaciones, pasando de un modesto 9,26% en 1983 a un máximo de 61,78% en 1995 (Gráfico 1), para reducirse y estancarse en un 42,55%, a partir del 2023.
Las exportaciones se concentran mayoritariamente en productos agrícolas y en energía eléctrica, destacan granos de soja, seguidas de harina de soja y maíz. De manera conjunta, representan el 73%, en el decenio de 2014 a 2024.
Los ingresos por exportaciones provienen mayoritariamente de la comercialización de granos de soja, mientras la harina de soja y la energía han tenido un comportamiento descendente (Gráfico 2). Desde el 2019, el total englobado en el resto de exportaciones (bebidas, carbón vegetal, bananas, arrabio, fundición, hierro o acero) y la carne bovina generan entradas de divisas crecientes (Gráfico 2). Otra categoría en alza, entre 2014 y 2024, son los hilos de cables y autopartes, que alcanzó el 268%, representando en divisas el 238%.
Soja, energía y carne bovina
La exportación mayoritaria de commodities lleva a que los ingresos estén sujetos a movimientos volátiles de precios (Gráfico 3). La mayor producción relativa de granos de soja y su mayor cotización, respecto de los demás bienes, explica su importancia en el comercio paraguayo. No obstante, la producción no repuntó en 2021 y 2022 en medio de subas de los precios internacionales y sí lo hizo en 2024, en un escenario de caída de los precios, que significó menores ingresos de divisas.
Respecto de la carne bovina, su producción aumentó 19% entre 2014 y 2024, y los ingresos crecieron 128% de mayo de 2020 a noviembre de 2024 (Gráfico 5) por el repunte sostenido de los precios.
A partir de 2019 se observó una profunda caída en la producción de energía eléctrica, llegando a noviembre de 2024 a un nivel no observado en 10 años (Gráfico 6). La merma en la producción se debe a la sequía de los caudales de los ríos Paraná y Paraguay. Como consecuencia de ello, los ingresos se redujeron 50% en un periodo de 10 años.
Inversión contraída
La Formación Bruta de Capital Fijo, que mide la inversión en activos fijos como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), es un indicador clave para evaluar el nivel de inversión y el potencial de crecimiento económico de un país.
Estos datos reflejan la proporción del PIB que cada país destina a la inversión en activos fijos, como infraestructura, maquinaria y edificaciones. En el caso de Paraguay, entre 2014 y 2024 representó un 20% del PIB en promedio, nivel similar al de la región sudamericana en 2023 que alcanzó 21%, sin embargo, por debajo del registrado por los países de la OCDE del 23% en el mismo año.
Lea más: Los gráficos del año
Por su parte, la Inversión Extranjera Directa (IED) como porcentaje del PIB se contrajo, pasando de 2,1% en 2016 a solamente 0,6% en 2023, menor al de la región (4,6%). Una de las tareas urgentes es generar los incentivos necesarios para la llegada de este tipo de inversión que representa saltos en la productividad de la economía y contribuye a un crecimiento más sostenido (Gráfico 7).
Repunte de recaudación tributaria
En sintonía con el avance de la economía paraguaya, las recaudaciones tributarias mostraron un elevado crecimiento. Destacan las recaudaciones por el impuesto al valor agregado, a la renta y utilidades, impuesto al comercio exterior y los ingresos no tributarios (Gráfico 8). Creada la DNIT en agosto 2023 hasta su gestión a diciembre 2024, los ingresos tributarios aumentaron 18,8%.
A la par de mayores tributos, aumentó también el gasto fiscal hasta revertir la posición de superávit operativo alcanzado hasta 2019. En adelante el balance fue negativo y estuvo impulsado principalmente por los aumentos progresivos de los servicios personales (entre los que se encuentran los sueldos y salarios), las prestaciones sociales, los gastos en bienes y servicios y los intereses sobre la deuda.
El crecimiento de la economía trajo el aumento del tamaño del Estado. De un nivel de 10,81% en 2009, pasó a 20,35% en 2020, para situarse en 16,54% en 2023. El incremento en 2020 se debió a las necesidades para enfrentar la pandemia.
- Data Intelligence es una consultora especializada en el desarrollo de soluciones basadas en ciencia de datos e inteligencia artificial. En un trabajo para ABC Negocios, analizó la información de los principales indicadores económicos del país.