Este tipo de servicios ha sido implementado en el marco de la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF). En efecto, en los últimos años, Paraguay ha experimentado un importante cambio en su sistema financiero impulsado por la expansión de las plataformas digitales y los medios de pago electrónicos, lo que ha contribuido a transformar las dinámicas del comercio, el acceso a servicios financieros y la inclusión digital de la población.
La desigualdad y la informalidad han limitado el acceso de grandes segmentos de la población a los servicios financieros formales. Datos del Banco Mundial revelaban que, hasta hace algunos años, Paraguay presentaba un alto nivel de informalidad laboral (más del 60% de la población ocupada) y un bajo índice de bancarización.
En este contexto, en el 2008, aproximadamente el 80% de la población tenía acceso a un teléfono móvil, lo que creó una base sólida para la expansión de las plataformas de pagos móviles. El desarrollo de estas soluciones ha sido vital para cerrar brechas en el acceso a servicios, especialmente en zonas rurales y entre sectores de bajos ingresos.
Dinámica de las transacciones
Varias son las empresas de medios de pagos electrónicos que operan en el país y que han experimentado un crecimiento considerable en los últimos años. Una de las entidades maneja el mayor volumen de transacciones que oscila entre 5 y 7 millones de transacciones mensuales, lo que refleja la consolidación de esta plataforma. La estabilidad y el crecimiento durante el período muestran la confianza de los usuarios en esta herramienta como un medio de pago frecuente.
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La entidad con menores operaciones registra de 60.000 a 300.000 de manera mensual. La volatilidad de este servicio podría deberse a la adopción de tecnologías emergentes o a la dependencia de campañas promocionales que generaron breves incrementos en el uso.
Así, entre los años 2020 y 2024, la cantidad de transacciones de las EMPEs crecieron alrededor del 10%, pasando de más de 8.800.000 a alrededor de 9.700.000 operaciones, de acuerdo con datos del Banco Central del Paraguay (BCP).
Por tanto, el incremento en el uso de los medios de pagos electrónicos ha sido un catalizador clave para la inclusión financiera, dado que el mayor acceso a los servicios digitales amplía la participación de la población en la economía formal, lo que a su vez tiene implicaciones positivas para la recaudación fiscal y la reducción de la informalidad.
Además, la capacidad de realizar pagos electrónicos a través de dispositivos móviles disminuye la necesidad de manejar efectivo, lo que contribuye a una mayor seguridad y eficiencia en las transacciones diarias. Igualmente, la digitalización de los pagos ha facilitado el comercio electrónico y la creación de nuevos emprendimientos, dinamizando otros sectores económicos.
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Entre uno de los principales desafíos destaca la educación financiera, dado que muchos usuarios no están familiarizados con las tecnologías digitales, lo que puede limitar su uso. En paralelo, la infraestructura tecnológica debe seguir mejorando para garantizar que los servicios lleguen a las zonas más remotas del país. De hecho, la competencia entre las diferentes EMPEs también podría impulsar estos procesos que mejoren la experiencia del usuario y reduzcan los costos asociados.
En la siguiente edición, presentaremos la dinámica de los montos transaccionados en los últimos años.
* Este material fue elaborado por MF Economía e Inversiones.