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Uno de los problemas con los que se convive, según indicó el agente, es que por un lado hay una extensa frontera seca y los controles no son numerosos; además, existe muy poca gente preparada para dichos procedimientos, esto sumado a la falta de mayor infraestructura. “Principalmente lo que hace falta son más canes, porque el can es fundamental en estos casos. Los camiones vienen cargados y es imposible manualmente controlar todo y lleva mucho tiempo”, apunto.
Por otro lado, indicó que está de acuerdo con el traslado de la Senad de Mariscal Estigarribia a Infante Rivarola “porque ahí esta la base de todo y hace falta más presencia ahí de la fuerza pública”. En este contexto, Arriola destacó la reciente condena de 10 años de pena privativa lograda el martes pasado en un juicio oral contra el paraguayo Pedro Brizuela (28), por posesión y tráfico de 2,650 gramos de cocaína.
Dijo que en un control rutinario de la Senad a pasajeros de un colectivo de Trans Rosario, la agente especial María de Belén Valdez encontró una bolsa de dormir de color verde que llamo la atención por su rigidez. El pasajero Brizuela se puso muy nervioso y entró en contradicciones; al revisar la bolsa se encontró la droga entre sus prendas. “La fuerza pública hace lo que puede, estamos en eso”, dijo. Según el fiscal, desde el Paraguay se lleva marihuana hacia Bolivia y se trae cocaína.