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“Al llegar a la consulta de origen en Santa Rosa (Misiones), ya tenía muerte cerebral. Se habló de ese diagnóstico recién el miércoles, cuando ya estaba con nosotros, y esa muerte cerebral ya estaba instalada”, indicó el director del Hospital Felipe González, quien agrega que los estudios que le practicaron a la niña se complementan con los estudios forenses.
Para el médico, los resultados de la tomografía que le realizaron a la pequeña claramente mostraban la muerte cerebral, por lo que ya no realizaron más estudios que pudiera determinar un posible hundimiento de cráneo como, finalmente, indicó la autopsia.
“No es una contradicción, es bueno aclarar; porque a la gente que no conoce queda un manto de duda sobre la pericia que realizamos y el estudio forense. Estos no se contraponen; al contrario, se complementan”, aclaró el médico.
La niña presumiblemente murió a causa de una brutal golpiza propinada por su propia madre, Bárbara Tamara Silva González, que ya está imputada.
“Por las imágenes que recibimos, no podíamos decir que había fractura o no, pero por los datos que nos brindó la tomografía ya no valía la pena ahondar en más estudios, puesto que el final se sabía cuál iba a ser”, afirmó.
El daño cerebral que identificaron era muy grande, a tal punto que la parte derecha del cerebro ya no recibía oxígeno, además de presentar un profuso sangrado, algo que hacía evidente el peor diagnóstico, según el médico.