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El ministro de la Senad, Arnaldo Giuzzio, realizó una evaluación preliminar de un nuevo golpe al crimen organizado, a través de una serie de allanamientos en Itapúa y San Pedro, respectivamente efectuados en el transcurso de este sábado, en la cual destacó la importante resta económica para la organización, producto de la incautación de 400 kilos de cocaína en José Leandro Oviedo.
De acuerdo a los cálculos, el kilo de cocaína tiene un costo de US$ 30.000, por lo tanto el perjuicio económico ronda los 12.000.000, solo con la incautación de la droga, sin tener en cuenta las siete avionetas que también quedaron en poder de las autoridades.
El ministro de la Senad se mostró cauto al ser consultado sobre la posible vinculación del diputado Freddy D'Ecclesiis (ANR, Añetete, con permiso) o su familia con la estructura desbaratada; no obstante, recalcó que una de las avionetas que tenían que transportar la carga fue hallada en un hangar propiedad de la familia.
Recordó, además, que tiempo atrás también fue hallada una importante carga de cocaína en un domicilio de la familia D'Ecclesiis en el departamento de Amambay. De hecho, el hermano del parlamentario fue procesado y condenado por tráfico de cocaína.
En cuanto al destino de la cocaína, el titular antidrogas confirmó que era Uruguay; ahora resta por determinar si la carga debía ser transportada a otro destino en Europa.
Giuzzio destacó la serie de golpes contra el crimen organizado, pero consideró que se pueden mejorar los resultados con mejores herramientas de lucha. En se sentido, citó la necesidad de “reforzar la seguridad en los puertos y buques. Necesitamos también más herramientas para interceptar avionetas; hasta el momento, el mayor daño a las estructuras criminales se logró por tierra”, dijo.
Durante este sábado, mediante un operativo conjunto entre la Senad, la Policía y el Ministerio Público, se desarticuló una estructura que operaba principalmente en el sur del país. Hasta el momento se detuvo a cinco personas.
Los antidrogas lograron ubicar al menos dos hangares, en Itapúa y San Pedro, que servían como soporte logístico de la organización. Según datos de inteligencia, las avionetas partían desde pistas clandestinas situadas en el departamento de Itapúa, hacia Argentina y Uruguay, principalmente.
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