El local escolar fue afectado por un incendio en el 2023, lo que produjo el derrumbe de todo un pabellón donde funcionaban varias aulas. Desde entonces, según los manifestantes y a pesar de los permanentes reclamos, no reciben ayuda de parte de las autoridades para la posible reconstrucción de las salas escolares, así como del tinglado donde se desarrollan eventos deportivos.
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Los maestros alegan que ninguna autoridad se hizo presente en la institución, al menos para verificar la situación, y a pesar de los continuos pedidos para que se puedan reparar el local, “tampoco tenemos alguna respuesta positiva, lo que hace que tengamos que desarrollar las clases bajos los árboles”.
Marta Ramírez, directora de la casa de estudios, dijo que se presentó el pedido por sistema de micro planificación a las autoridades del Ministerio de Educación, pero no se logra conseguir nada, “es por esta razón que decidimos de nuevo manifestarnos en busca de que alguien nos ayude”, sostuvo la educadora.
Agua cruda
Otro de los urgentes reclamos de estos estudiantes es poder beber agua potable, atendiendo que el vital líquido que consumen de manera diaria le producen enfermedades, aseguran.
Lo peor de esta situación es que hace 2 años no podemos utilizar el motor generador para al menos tener agua cruda del río en la escuela, y así poder utilizar los nuevos sanitarios que fueron construidos, sucede que la energía de la ANDE que llega a la comunidad es bastante irregular, relató la maestra.
Ahora prometen desde la ANDE solucionar el problema de electricidad, con la cual se podrá utilizar la motobomba para alzar agua del río, y aunque será solo agua cruda, “al menos ya tendremos en las canillas, pero no será tratada o potable para cuidar la salud de nuestros niños y jóvenes”, sentenció la profesora.
Sin respuestas
El supervisor de asuntos indígenas de la zona, profesor Rubén Encina, dijo que derivó todas estas planillas por el sistema de micro planificación a las autoridades pertinentes, como la Gobernación, Municipalidad y el mismo Ministerio de Educación y Ciencias, pero lamentablemente hasta hoy no hay respuestas positivas.
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Lamentablemente “no nos hacen caso dijo el educador, al tiempo de lamentar la delicada situación social por la que están atravesando los pobladores de las comunidades de los Maskoy, ante la carencia de trabajos en la zona, lo que repercute de forma negativa en las familias y de manera especial en los escolares”, manifestó.
Los estudiantes que se manifestaron pertenecen a las comunidades de Riacho Mosquito y Boquerón, compuesta por una población de más de 500 familias de los Maskoy, se ubican a orillas del río Paraguay a escasos kilómetros del casco urbano de Casado.