La costosa obra del acueducto “Agua para el Chaco” se encuentra inoperativo desde 23 de diciembre del 2022. Las instalaciones de Loma Plata y Filadelfia proyectan total dejadez.
En su momento, el acueducto fue presentado como la solución de la histórica falta de agua en el Chaco y que beneficiaría en forma directa a más 80.000 familias indígenas. Sin embargo, ese sector fue el menos favorecido debido a los problemas del sistema de bombeo de agua de la obra.
Los aproximadamente 500 kilómetros de cañería y reservorios administradas por la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) tiene un funcionario a cargo y se maneja con los mínimos recursos.
En Loma Plata se encuentra el principal reservorio de agua del acueducto para realizar la distribución del vital líquido captado en la planta ubicada en Puerto Casado (Alto Paraguay), distante 203 km.
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La provisión del agua se interrumpió innumerables veces desde que el gobierno de Mario Abdo Benítez puso oficialmente en funcionamiento el acueducto en el 2020 y no fue una solución rápida, eficaz ni paliativa en las temporadas de sequía extrema como la que atravesó el Chaco en los últimos tres años.
En las comunidades nativas consumen agua de lluvia captada en tradicionales aljibes, como siempre hicieron. Las conexiones para la anunciada distribución casa por casa se oxidan por el desuso, en muchos casos no funcionaron ni una sola vez.
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Acueducto del Chaco: problemas de la obra
Al ser una obra vieja y que demoró muchos años en ser retomada, unos 90 km de cañería de la Fase 1 iniciada en el 2012 presenta contantes roturas, en la ciudad de Puerto Casado (Alto Paraguay). En esta localidad es captada el agua del río Paraguay y es tratada en la planta de tratamiento construida en ese distrito para luego ser bombeada hasta la ciudad de Loma Plata, haciendo un recorrido de 203,5 km.
Los caños puestos en la primera fase están obsoletos y no soportan la presión del agua. Cada vez que se rompe la reparación demora días, semanas o meses, como el es caso de esta última avería. Actualmente la zona es inaccesible por las últimas lluvias, la falta de recursos y maquinaria para movilizar una cuadrilla de reparación.
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La Fase 2 corresponde a dos reservorios de 2.500.000 de litros de capacidad ubicados en Loma Plata, desde donde se bombea el agua hasta Filadelfia donde están otros dos tanques o reservorios de 2.000.000 de litros de capacidad total y que sirven para distribuir a zonas como Neuland, Lolita, Villa Choferes y otros.
Fase 3 del proyecto
Responsables del Consorcio Chaco (Tocsa y Rovella), adjudicado para las fases 2 y 3 de la construcción del Acueducto para el Chaco, que consiste en la conexión casa por casa a varias comunidades, afirmó que las obras fueron terminadas y entregadas al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y que no funcionan debido a las fallas de la Fase 1.
Aseguraron que pese a haber finalizado la Fase 3 en abril del 2022 no comenzó a operar porque la red de distribución, que se inicia en la toma de agua de Puerto Casado, constantemente sufre roturas y, como consecuencia, los bombeos del vital líquido deben ser suspendidos. Esta etapa costó unos G. 47.109 millones.
Costo casi se triplicó hasta el 2020
Cuando se iniciaron los trabajos en el año 2012, siendo presidente de la República Federico Franco, el MOPC anunció un costo de US$ 50 millones (unos G. 350.000 millones al cambio actual del dólar al guaraní) y que la obra concluiría en un año. Sin embargo, el monto trepó a unos US$ 130 millones (910.000 millones) hasta el 2020, según datos oficiales. La obra es financiada con fondos de Obras Públicas y préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).