El hecho se registró en la mañana de este jueves, a orillas del río, específicamente en el barrio Virgen del Carmen, a escasos metros de una institución educativa, cuando los agentes policiales sorprendieron a Cristóbal Ramón Rodi (36) y Juan Andrés Sosa Aguilar (36), quienes estaban descargando carne presumiblemente vacuna de un bote tipo deslizadora.
La carne era cargada en un vehículo, con la intención de llevar hasta el local de la carnicería perteneciente a Sosa Aguilar, ubicada en el barrio San Blas de esta localidad, a fin de ser comercializada.
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Según los uniformados, la carne era traída desde la localidad de Puerto Guaraní, del distrito de Fuerte Olimpo, distante a unos 50 km aguas arriba de esta población, y la pequeña embarcación era guiada por Cristóbal Rodi, para entregar al comerciante del ramo de la carnicería.
Sin embargo, ninguna de estas dos personas pudieron justificar el origen legal de la carne vacuna, ya que en todo momento buscaban la manera de cómo tratar de convencer a los intervinientes que el animal vacuno sacrificado pertenecía a un ganadero de Puerto Guaraní, pero sin documentaciones, según señala el informe policial enviado al Ministerio Público.
Finalmente, el fiscal de la unidad penal de Puerto Casado, Fredy Fernández, dispuso la detención de estas dos personas, no así del dueño del vehículo en el que se pensaba llevar la carne desde la orilla del río hasta el local de la carnicería, para su posterior comercialización, considerando que el mismo solo fue contratado como un ocasional taxista.
El Ministerio Público ordenó además la incautación de la embarcación en la cual se transportó la carne, que también fue llevada hasta el local de la comisaría. Los detenidos se encuentran en libre comunicación en la sede policial, a disposición de la Fiscalía, cuyo titular ya los imputó por supuesto hecho de abigeato, en tanto el producto decomisado, en este caso la carne vacuna, será donada a una institución de beneficencia, adelantó el fiscal.
El flagelo del abigeato en el Alto Paraguay, es una constante preocupación que afecta tanto a los grandes y pequeños ganaderos, lo cual hace que sufran estos productores cuantiosas pérdidas económicas.
Abigeato es una “rosca mafiosa”
El robo de animales vacunos en la zona es un negocio que goza de buena salud, ya que los abigeos cuentan con la protección de funcionarios deshonestos de numerosas instituciones públicas, como ser agentes policiales, fiscales, jueces y hasta representantes del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), a la hora de brindar documentaciones de contenido falso.
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En este panorama, el abigeato es toda una verdadera rosca mafiosa, razón por la cual son pocos los casos que son descubiertos y más los que gozan de total impunidad; en estos momentos un ganadero que arrendaba una propiedad en las cercanías de Fuerte Olimpo se vio obligado a tener que sacar sus animales, en busca de emigrar hacia otra región del país, cansado de tener que soportar el robo de sus animales de manera permanente.