Chaco paraguayo tiene gran potencial para su despegue social y económico

FILADELFIA. Han transcurrido 87 años de la ansiada firma del Protocolo de Paz entre Paraguay y Bolivia que ponía fin a tres años de guerra en el territorio chaqueño, lugar inhóspito y caluroso. En ese entonces este amplio territorio experimentaba brotes incipientes de colonización, en medio de comunidades nativas de las cuales el Gobierno no esperaba mucho. Casi un siglo después, el Chaco paraguayo, se perfila como una de las zonas más prósperas con un arrollador crecimiento socioeconómico.

Toma aérea de la obra de duplicación de la Ruta Transchaco.
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La Guerra del Chaco fue el principal conflicto bélico de América durante el siglo XX. De 1932 a 1935 sobresalieron los actos heroicos por parte de ambos contendientes (Paraguay y Bolivia) y se estima que el resultado fue la muerte de 50.000 bolivianos y 35.000 paraguayos aproximadamente, perdiendo Bolivia la ofensiva librada ante Paraguay por el control del Chaco Boreal.

Militares y soldados en el Fortín Isla Po’i durante la Guerra del Chaco.

La Región Occidental, un territorio naturalmente inhóspito y extremadamente caluroso, con los años, quedó dividido en tres departamentos. Cada uno debió manejar sus procesos de urbanización y concentración poblacional. Se estima que actualmente el Chaco representa el 62% del territorio nacional, pero concentra apenas el 3% de la población, esto según las proyecciones realizadas por la DGEEC al año 2017, que arrojó como resultado que poseía 201.305 habitantes. A la fecha, las cifras están desfasadas ya que el volumen de “población flotante” (aquella que migra por motivos laborales) aumenta cada año, obligando a las ciudades de la zona a un ordenamiento territorial.

“Todo el mundo está mirando ahora al Chaco, el Gobierno ha invertido mucho en obras (...). Hay un potencial muy grande en la zona que está esperando ser explorado. Es muy importante que el sector de la producción trabaje muy de cerca con el Gobierno” dijo Wilfried Duck, presidente de la Cooperativa Fernheim, agregando que para seguir creciendo e invirtiendo una de las garantías fundamentales debe ser la propiedad privada.

La Ruta Bioceánica una vez culminada será clave par la conexión internacional del Chaco a los principales puertos del mundo.

Inversión de USD 2.435 millones

De hecho el Gobierno actual apostó como ningún otro al desarrollo del Chaco paraguayo con una histórica inversión de USD 2.435 millones en obras, entre las que se destacan la duplicación de la Ruta Transchaco, la Ruta Bioceánica, la Ruta de la Leche, el Acueducto, varias Unidades de Salud Familiar (USF); además de la revalorización de sitios históricos y fortines importantes de la región.

“Si analizamos el desarrollo socioeconómico del Chaco en los 87 años de paz tenemos un buen desarrollo. Hay modelos muy positivos en varios sectores (...). La mejor forma de honrar la Paz del Chaco es convirtiendo esta zona en un productor mundial de alimentos. La demanda es mucha y Paraguay tiene potencial”, refirió Ronald Reimer, presidente de la Cooperativa Chortizert, la primera en asentarse en el Chaco y líder nacional en el posicionamiento de productos lácteos y cárnicos. Reimer enfatizó que la ganadería y la producción están bien adaptadas a la zona, pero el factor preocupante es la sequía. La falta de lluvias es una constante sombra que los productores aprendieron a sortear con los años, agudizando sus inversiones, pero no siempre se pueden recuperar las pérdidas.

Imponente cosechadora y embolsadora de algodón adquirida por los productores del Chaco, para realizar sus trabajos apuntando siempre a una mayor producción con el uso de la tecnología en campo.

Productor y exportador

“El Chaco se convertirá en un importante productor y exportador de alimentos como carne, leche, granos y hortalizas. Con el tiempo aumentará la industrialización de los productos primarios, como también la generación de energías renovables. La producción de hidrógeno, la explotación de hidrocarburos, especialmente gas y generación de fertilizantes”, dijo el diputado por el departamento de Boquerón, Edwin Reimer. Agregó que no se puede dejar de mirar el desarrollo social antes de estos 87 años, subrayando que los habitantes originarios no fueron desplazados por los colonos migrantes, sino desde el comienzo de la colonización ya se compró tierras para ellos. “Durante la guerra la población indígena se redujo casi a su extinción. Por la ausencia del Estado los colonos inmigrantes construyeron su sistema autónomo, asistiendo también a los asentamientos indígenas”, subrayó.

El diputado Reimer mencionó además que la migración y el crecimiento demográfico es desigual, siendo la población indígena la mayoría y la de los colonos menonitas la minoría. “El sistema de las colonias es todavía muy cerrado y los derechos ancestrales de las comunidades indígenas y las exigencias a oportunidades igualitarias de los migrantes tantos ciudadanos y extranjeros desafían una convivencia pacífica en el futuro”, enfatizó.

Los pueblos originarios reclaman mayor desarrollo, aunque coinciden que hay respeto a su cultura ancestral.

Inclusión indígena

No existe desarrollo sin población, y el Chaco más que una reserva cultural es una unidad geográfica con desafíos importantes. “Una gran convivencia se vive en el Chaco. Somos respetados en nuestra forma de vivir y hay puntos estratégicos como el Cerro León, los Médanos del Chaco y demás riquezas naturales que valorizan la región, pero hay que decir que todavía no hay una política que incluya realmente al pueblo en el desarrollo de obras. Mucho del Chaco se está vendiendo a empresarios extranjeros”, dijo sobre el punto Cresencio Cáceres, líder indígena de la comunidad Yvopeyrendá, una de las más cercanas a Filadelfia.

“El Chaco se va convertir en un polo de grandes comercios. Ojalá que podamos mantener la esencia porque de los contrario se convertiría en un monopolio de empresarios y ganaderos. Falta invertir en los pequeños productores y asegurarles la tierra. Falta invertir más en la parte social (...). El gobierno aún le debe mucho a los pueblos indígenas”, dijo. Enfatizó que mucho del desarrollo social no les alcanza y que la política del asistencialismo no es una solución.

Desde 1940, unos 24 años antes de la creación de la ANDE, las colonias del Chaco implementaron el uso de la entonces nueva tecnología llamada electricidad, mediante varias usinas de generación eléctrica y extendiendo las redes de distribución a los hogares de la colonia y a comunidades indígenas. En la imagen la ciudad de Loma Plata.

Seguridad e inseguridad

La seguridad es otro de los puntos que desafía al Chaco en el futuro. La pactada paz es interrumpida eventualmente por hechos atípicos, como robo de avionetas e intentos de asentamiento de células delictivas que han sido desbaratadas con éxito hasta ahora, pero que indican que la zona es observada también por el sector marginal.

Pese al espíritu patriótico, la situación sanitaria obligó a suspender una vez más los desfiles en recordación de la Paz del Chaco. Estos serán remarcados, sin embargo la fecha es recordada con efusividad por los chaqueños, originales y adoptados, quienes como hace más de un siglo están al pie del cañón, haciendo patria.

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