Habilitan aulas en comunidad Maskoy en Alto Paraguay

La Escuela Básica Nº 3.730 de la comunidad Castilla en el distrito de Puerto Casado fue beneficiada con la habilitación de dos aulas, financiadas por la Gobernación del Alto Paraguay. La localidad se ubica a unos 35 kilómetros del casco urbano y en el lugar viven familias maskoy. La ampliación del local escolar beneficia a unos 70 alumnos del preescolar al 9º grado que asisten a dicha institución.

Aulas escolares habilitadas en la comunidad de los maskoy en Puerto Casado.abc color
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Según el gobernador del Alto Paraguay, José Domingo Adorno, la construcción de las dos aulas tuvo un costo de G. 270 millones, financiado con rubros del Fonacide.

La comunidad de Castilla cuenta con una población aproximada de 800 habitantes y sus pobladores en su gran mayoría se dedican a tareas del campo, como ser la realización de postes. La población de los maskoy está compuesta por más de 3.000 habitantes, diseminados en diferentes comunidades, todas pertenecientes al distrito de Puerto Casado.

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En casi todas las escuelas del Alto Paraguay, las clases fueron presenciales, atendiendo a la precariedad del servicio de internet, lo que dificultaba la realización del desarrollo virtual.

Cinco nativos se recibieron de docentes

Recientemente, con mucho sacrificio, lograron graduarse como nuevos docentes cinco miembros de la comunidad Riacho Mosquito de los maskoy, quienes durante 3 años cruzaban de manera permanente el río Paraguay para proseguir sus estudios superiores en un instituto de formación docente de la localidad de Vallemí, en el departamento de Concepción.

Este hecho es muy valorado en todo el distrito, ya que no es común ver que jóvenes de las poblaciones indígenas prosigan sus estudios terciarios.

A diferencia de otras regiones del país, las instituciones educativas de poblaciones indígenas en el Alto Paraguay se encuentran en buenas condiciones en lo que se refiere a la infraestructura mobiliaria; es más, casi todas ya cuentan con locales de comedores, donde se realiza el almuerzo escolar.

Algo positivo que se da entre la población estudiantil de este departamento chaqueño está relacionado al alto acatamiento de jóvenes que accedieron a recibir la vacuna contra el COVID-19 y el escaso número de padres de familia que no permitieron que sus hijos sean inmunizados.

Interior de una de las aulas escolares inaugurada en la comunidad de los Maskoy.

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