Reserva del Banco San Miguel: analizan daños y preparan plan de recuperación tras incendio

La Municipalidad de Asunción, en colaboración con otras instituciones, iniciaron este martes un plan de restauración de la Reserva Ecológica Banco San Miguel, tras el feroz incendio que arrasó con alrededor de 40 hectáreas. Aunque los pronósticos meteorológicos no son los más alentadores, pretenden la recuperación del lugar en la brevedad posible.

Funcionarios de la Municipalidad de Asunción conversan con pobladores del banco San Miguel, antes del inicio de los trabajos de revisión de los daños provocados por el incendio.Gustavo Machado
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Una comitiva encabezada por la Municipalidad de Asunción, recorrió en la mañana de este martes las zonas afectadas por el incendio en la reserva del Banco San Miguel, en la Costanera. El recorrido, en colaboración con el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), y las binacionales Itaipú y Yacyretá, pretende la recopilación de datos y evaluación del impacto generado por el siniestro.

Carolina Álvarez, jefa de la Unidad de Biodiversidad y Áreas Silvestres Protegidas de Asunción, explicó que el trabajo que realizan en el lugar es de verificación de los puntos de humo para evitar que se reactiven los focos del incendio. “Empezamos la evaluación de los daños ambientales. Ver cuáles son las tareas de remediación que vamos a poder hacer y la recomposición de las áreas afectadas”, dijo.

La funcionaria recordó que “la riqueza que tiene la reserva es una de las mejores que tenemos en la Región Oriental, aglutina al 60% de las aves que tenemos registradas en el país están en Asunción y en la bahía. Tenemos especies de mamíferos, de reptiles, aves migratorias, o sea, es demasiado importante”, remarcó.

La Municipalidad realizó trabajos de retiro de una inmensa cantidad de basura que se acumularon en el banco San Miguel.

Lamentó que haya ocurrido el incendio, pese a los intentos que se hicieron por evitar eventos como este, con advertencias a los pobladores de la condiciones meteorológicas extremas, el pedido de evitar situaciones de quema y de denunciar en caso de avistamiento de fuego. “Cuando son factores externos como, en este caso, un ingreso desde la bahía, ahí no podemos prever quién entra. Y fue a la noche”, agregó.

Seguridad no alcanza, reconocen

La funcionaria reconoció que la seguridad del sitio tampoco es la mejor, incluso después de la instalación de la caseta en el camino de acceso. “Hay gente que igual entra a la bahía que forma parte de la reserva, a bañarse, a hacer asado, a fumar y hoy la situación es crítica. La vegetación está muy seca y la temperatura alta, son los condimentos para un incendio”, remarcó.

“Le pedimos a la ciudadanía que viene a disfrutar de la Costanera, que esté atenta y que colabore, que nos ayude, que este es un patrimonio para todos los asuncenos”, dijo Carolina Álvarez.

En cuanto a la recuperación del espacio, pese a no tener aún los datos concretos de la afectación que sufrió la reserva, señaló que en el último evento similar en el lugar, en 2021, se tardó de 6 a 8 meses, pero con buenos promedios de lluvias. “Estamos esperando eso, aunque el pronóstico de lluvias no es bueno”, reconoció.

Restos de árboles quemados por el incendio de la reserva del Banco San Miguel.

Invitó a la ciudadanía a estar atenta ante la posibilidad de colaborar activamente con la recuperación del espacio. “Vamos a ver cómo podemos organizarle a la sociedad que quiera venir a colaborar en el retiro de residuos, porque hoy muchas de las casas tienen mucho material inflamable que es una preocupación”, agregó.

“Sufrimos como esclavos, sin agua”, denuncian pobladores

Francisco Arévalos, presidente de la Comisión Vecinal del barrio Caacupemí, del banco San Miguel, acompañó a los pobladores a reclamar la dramática situación que viven ante la falta de agua potable en el sitio, un problema que lleva varios años. Ese fue uno de los inconvenientes que tuvieron para colaborar con los bomberos en el combate del fuego, remarcó.

Francisco Arévalos, presidente de la Comisión Vecinal del barrio Caacupemí, en la reserva del banco San Miguel

“Le convocamos a la Essap para que nos ayude, porque tenemos una institución (educativa) acá en el fondo y no tiene agua potable y ya están por iniciarse las clases. Tenemos chicos que están sufriendo. La directora hace pedidos a la Essap para que le recarguen (el tanque) con cisternas”, agregó.

“Es una cosa muy injusta, que como paraguayos tengamos que vivir suplicando una cosa que nos corresponde, por derechos humanos. Queremos también vivir dignamente, como todos los paraguayos, no estamos ajenos a pagar los servicios públicos”, resaltó.

El líder comunitario dijo que la comisión ya solicitó oficialmente ese servicio, pero denunció que su pedido fue trancado. “La gente ya está cansada, esta promesa ya es de más de tres años. Venimos sufriendo acá como esclavos, comiendo polvo, no tenemos agua”, dijo.

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