La Dirección Nacional de Defensa, Salud y Bienestar Animal tiene a disposición de personas de buen corazón que deseen adoptarlos a más de 30 perritos, entre cachorros y adultos.
Los animales viven en un refugio ubicado en Agustín Pío Barrios casi San Martín, en la ciudad de Asunción. En este lugar, la Dirección de Defensa Animal tiene además una clínica, en la que perros y gatos que son rescatados reciben tratamiento veterinario. El objetivo es simple: dejarlos en las mejores condiciones de salud que sean posibles para que sean adoptados por una nueva familia.
No todo el que va al refugio a pedir un cachorrito lo consigue. Para adoptar se debe completar un protocolo que, si bien no es extenso, es exigente.
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Requisitos que deben cumplir los interesados
Los aspirantes a adoptar un perrito o gatito deben demostrar que cuentan con murallas y portones para evitar que la mascota acceda a la calle. Además, deben tener un patio para que el animal juegue y un área para que descanse.
Toda esta infraestructura debe ser demostrable, porque funcionarios de Defensa Animal hacen un control de campo.
El primer paso para la solicitud es enviar un correo a adopcion@bienestaranimal.gov.py, donde le responderán, le pedirán fotografías y le indicarán los demás pasos a seguir.
Si bien es verdad que los que más despiertan el interés son los cachorritos, desde Defensa Animal destacaron que, por fortuna, también hay familias que dan la oportunidad a esos perros adultos, que merecen vivir sus últimos años felices, rodeados de amor.
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Se controla la tenencia responsable
Aclararon que controlan exhaustivamente que las familias que lleven a los animales como mascotas los tengan de manera responsable.
Pero, ¿cuál es el proceso para que un perro llegue al refugio? Los funcionarios de Defensa Animal están pendientes de las denuncias ciudadanas acerca de casos de maltrato. Una vez recibida la información, se constituyen en la casa donde el animal no está viviendo en buenas condiciones y se procede al rescate o decomiso.
Así es como el perro o gato llega a la clínica y se le realizan los estudios, así como las curaciones de heridas. El ciclo cierra cuando el animal consigue una nueva familia.
Un punto muy importante es que todo animal que es adoptado sale de la clínica castrado, sin excepciones, con el fin de evitar la reproducción, estado de calle y sufrimiento.